miércoles, 30 de septiembre de 2015
martes, 29 de septiembre de 2015
Resumen de SOLARI "Historia de la Educación Argentina
Manuel Horacio Solari
Historia de la educación
Argentina
Resumen
Lezcano Zulma
PEP 2015
1.
LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA COLONIAL
2.
LA EDUCACIÓN EN EL PERIODO REVOLUCIONARIO
3.
LA EDUCACIÓN EN
LA ÉPOCA RIVADAVIANA
4.
LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA DE LA ANARQUÍA
5.
LA EDUCACIÓN EN EL PRIMER PERIODO DE LA
129
6. LA EDUCACIÓN EN EL SEGUNDO PERIODO DE LA
ORGANIZACIÓN NACIONAL (1862-1880)
7.
LA EDUCACIÓN EN LA ÉPOCA DE LA INFLUENCIA
8.
LA EDUCACIÓN EN
LA ÉPOCA DÉ LA REACCIÓN
CAPITULO
1
Dos
corrientes educativo-culturales influyeron en nuestro país durante la época
colonial: la del Norte y la del Plata.
La
del Norte, (Austrias), originada en el Perú, se radicó por la, acción directa
de las órdenes religiosas y dejó,
Como
jalones de su penetración, las ciudades de Santiago del Estero, Tucumán y
Córdoba.
La corriente del Plata, se impuso por la
acción de funcionarios civiles y fue una repercusión del movimiento renovador
desarrollado en la época de los Borbones. Las diferencias de estas corrientes
fueron consecuencia de las características que singularizaron a ambas
Monarquías.
Los Austria impusieron el primado del espíritu
autoritario, España permaneció extraña a todo intento de renovación, se opuso a
todo lo que no estuviera de acuerdo con el orden vigente, se mantuvo alejada de
las orientaciones renacentistas que proclamaban la emancipación del individuo
de la tutela de las autoridades tradicionales. Con el apoyo de la Iglesia , la monarquía
afirmó su absolutismo y el catolicismo adquirió mayor preponderancia, esto
explica la íntima vinculación entre la Iglesia y el
Estado
queda en evidencia durante la conquista y la colonización de América.
Con
el advenimiento de los Borbones, el poder absoluto sufrieron una transformación:
el fundamento teológico del poder temporal fue reemplazado por una concepción
más laica del poder civil. La nueva dinastía abrió la frontera española a las influencias
del pensamiento moderno e hicieron surgir afanes que impulsaron a una política
progresista, que postuló medidas y reformas avanzadas, que se concretaron en
los terrenos económico y educacional. Decayó el predominio de la teología y
empezó a difundirse el pensamiento científico, especialmente las doctrinas
modernas sobre las ciencias naturales.
Ambas corrientes modelaron nuestra educación
durante el periodo colonial. Durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII
prevaleció la corriente del Norte, que sometió todas las manifestaciones
culturales a la rigidez confesional y teológica. Con la creación del Virreinato
(1776) penetró la corriente del Plata (Buenos Aires), nutrida con ideales del
movimiento renovador animado por Carlos III, fue preparando el pensamiento
liberal que cristalizaría en la generación de Mayo, pensamiento que se refleja
durante la época colonial en las iniciativas culturales de Vértiz y en las
preocupaciones económico-educacionales de Belgrano.
1.
ACCION EDUCADORA DE ESPAÑA EN AMERICA
La
incorporación del Nuevo Mundo a la cultura occidental, la conquista y la colonización
no fue, como a veces se ha sostenido, es indudable que se cometieron violencias
y excesos.
La
metrópoli dio a sus colonias todo lo que poseía: su lengua, su religión, sus
costumbres, sus leyes, sus formas de pensamiento y, en materia educacional, la
organización de sus estudios, sus métodos de enseñanza, etc.La cultura
americana tenía un molde escolástico en el pensamiento español y lo mantenía
alejado de las corrientes de la época moderna, esta influencia era ejercida en
los primeros pasos de nuestra vida cultural, España permitió que se prepararan
a los hombres que dirigirían los nuevos estados al independizarse las colonias.
La obra cultural ha sido juzgada de maneras opuestas. Para unos, su acción fue
extraordinaria gracias a ella se logró
incorporar a la civilización, pueblos que vivían sumidos en la barbarie. Otros,
consideran la conquista y la colonización como empresas de aventureros que,
movidos por el ansia de riquezas, se lanzaron a la explotación del continente
americano.
Algunos
dicen que La acción española se limitó a dificultar la difusión de la
ilustración, ya que su única preocupación habría sido mantener a sus colonias
en la ignorancia. Ambos juicios son extremos y, caen en exageraciones y
parcialidades deformadoras de la realidad. "Ni los conquistadores
españoles fueron esos procesos de la destrucción, ni tampoco los santos o
caballeros espirituales. La
Iglesia y el Estado en la educación colonial. Los siglos de
lucha que sostuvieron los españoles contra los árabes llevaron a una identificación
político- religioso, que hizo de la guerra contra el invasor la guerra contra
el infiel.
Así queda integrada la unidad política
española sobre la basé de la unidad religiosa católica. Los Austria, y en
especial Felipe II, se esforzaron al mantenimiento de la unidad religioso se
opusieron a todo intento de renovación y, vetaron el pensamiento moderno y el renacimiento
científico de los siglos XVI y XVII.
Esta
preocupación religiosa dominó la vida española, se acentuó por dos razones. Primero:
debido a la relación estado-iglesia, la
conquista y la colonización del nuevo continente fueron empresas que tuvieron
un carácter político-religioso. El brazo secular apoyaba a la Iglesia para que pudiera
cumplir su misión evangelizadora, pero a su vez la Iglesia robustecía la autoridad
del estado, apoyando al monarca que era la "espada de fe".
Segundo: la bula de Alejandro VI (1493), que legitimó la
expansión española en América, haciendo de la conversión de los indígenas al
cristianismo justificando la conquista.
Estas
razones permiten comprender la acción educacional de España en sus colonias
americanas tuviera como objetivo la enseñanza y la propagación de la religión
católica.
Los
monarcas pusieron en evidencia su empeño para que los niños aprendieran la
doctrina cristiana y acomodaran a ella su conducta.una Real Cédula de 1503,
ordenó al gobernador Ovando" hacer una casa donde dos veces por día se
juntasen los niños de cada población, y el .sacerdote les enseñase a leer,
escribir y la doctrina cristiana con mucha caridad".
(La Real Cédula de 1509)
que cada población tuviera "una persona eclesiástica cual convenga... y a
esta persona mandaréis hacer una casa cerca de la Iglesia , donde habéis de
mandar que se junten todos los niños de la población, para que allí les enseñe
esta dicha persona las cosas de nuestra Santa Fe".
La
tarea de evangelizar y educar estuvo a cargo de las órdenes religiosas, cuyos
miembros empezaron a llegar junto con los conquistadores. En un principio Su
acción, se limitó a morigerar la violencia de los conquistadores y a catequizar
a los indígenas. Luego, establecieron escuelas en sus conventos, los grandes
educadores de la época colonial que dejaron las más honda huella de la
civilización española, fueron los dominicos, agustinos, franciscanos,
mercedarios y jesuitas, que durante trescientos años dirigieron
intelectualmente las colonias.
2. PEDAGOGÍA DE LA EVANGELIZACIÓN
El
descubrimiento y la conquista planteó una serie de problemas, entre ellos el de
determinar si los pobladores aborígenes debían o no ser considerados como seres
racionales. Algunos negaban a los indígenas el carácter de seres racionales y
sostenían que por ser bárbaros, estaban condenados a la esclavitud. Otros,
defendían su racionalidad y sus derechos. La polémica doctrinaria, quedó
definida en el Congreso de Teólogos y Filósofos en 1550, que reconoció a los
aborígenes los derechos del hombre condensados en las Leyes de Indias. los
reyes habían puesto de manifiesto su preocupación por los pobladores autóctonos
dé América, tratando de ampararlos y protegerlos en sus personas y bienes y de
civilizarlos, convirtiéndolos a la religión católica.
Isabel de Castilla en su testamento deseó de
que no se consintiera que "los indios vecinos y moradores de las dichas islas
y tierra firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y
bienes: que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido lo
remedien". Más tarde, las Leyes de Indias fijaron la situación jurídica de
los indios como "seres libres y no sujetos a servidumbres", por ser
la esclavitud contraria a la ley de Dios. Los indígenas fueron considerados
como vasallos libres, equiparados a menores, esto condicionaba su libertad, lo
colocaba bajo una tutela o protección. Frecuentes fueron las cédulas reales que
de elevación moral, ordenaban el buen trato, la educación y conversión de los
indios, perseveren en ella, y sirvan a Dios como buenos cristianos.
La costumbre de repartirse los indios entre
los colonizadores españoles, fue encauzada por la legislación con el
establecimiento de encomiendas y reducciones. La encomienda fue una
institución, un grupo de familias de indios quedaba sometido a la autoridad de
un español, que se obligaba a proteger y cristianizar a los que se les habían
confiado. Los indios no repartidos en encomiendas fueron agrupados, aislados,
en pueblos que al quedar bajo la dependencia de Un corregidor tomaron el nombre
de corregimientos. Él encomendero como el corregidor tuvieron como misión educar a los indígenas, adoctrinándolos en la
religión católica.
En
muchísimos casos, hubo diferencias entre la teoría y los principios legales, En
realidad existió un positivo divorcio entre el "derecho" y el
"hecho": una fue la doctrina declarada en la ley y otra la realidad
de la vida social.
La educación de los indígenas.
El
problema de la educación fue resuelto en la práctica. Los que llegaron junto
con los conquistadores, se dedicaron a difundir los principios religiosos.
Desarrollaron acción educativa, por medio de su conversión al cristianismo, la
incorporación del elemento autóctono a las formas de vida de la civilización. A
la acción espontánea de los "doctrineros siguió la acción sistemática
desarrollada por las distintas órdenes
La
acción no se limitó a la instrucción religiosa; tendió a darles una formación
práctica. Tal tendencia fue iniciada por fray Pedro de Gante(1523), en el cual
enseñó a niños indígenas a leer, escribir, contar y los formó en diferentes
oficios, como zapateros, sastres, cerrajeros, carpinteros, encuadernadores,
impresores, etc. La Preocupación
de la monarquía fue la educación de los hijos de los caciques. Carlos V, había
determinado que todos los hijos de caciques, menores de diez años, se
entregasen "a los frailes dominicos o franciscanos, para que los dichos
frailes les mostrasen a leer y escribir y todas las otras cosas de nuestra
Santa Fe". La permanencia junto a los religiosos era de cuatro años, y
luego debían ser devueltos. Con esta medida se tendió, a que los caciques de
quienes dependían los pueblos indígenas, adquiriesen hábitos morales por
influencia de sus hijos, y por otro lado se trató que los que en el futuro
gobernaran y rigieran los pueblos autóctonos estuvieran educados
cristianamente, a fin de que la civilización de los indígenas ofreciera
garantías de perduración.
Donde
sus hijos, sean instruidos con mucha enseñanza y fundamento en nuestra Santa Fe
Católica y en costumbres políticas, en la lengua española y comunicación con
los españoles, para que así salgan y sean, cuando grandes, mejores cristianos y
más entendidos, y nos cobren más afición y voluntad, y puedan enseñar,
persuadir y ordenar después a sus sujetos; todo esto con mejores disposiciones
y mayor suficiencia".
El
primer ensayo de un colegio para la educación de los hijos de los caciques se
realizó con el establecimiento del Colegio Imperial de Santa Cruz (1536), se
tendía a la educación, más que a la enseñanza; por eso la instrucción se limitaba
a lectura, escritura, rudimentos de aritmética y canto. se tendía a formar a
los niños para que fueran los educadores de sus padres, pues los niños repetirían en sus hogares lo que se ha
enseñado. De ahí la necesidad de educarlos bien, para que ellos educaran a sus
padres.
Las
misiones jesuíticas. En su tarea de educar a los indígenas, las órdenes
religiosas tuvieron dificultades por las
cuestiones con el poder civil y los colonizadores, cuyos intereses económicos
se oponían a la acción civilizadora de los evangelizadores. Por eso, como
solución a asegurar la conservación de
la masa indígena y secundar la colonización pacífica se adoptó los primeros
años del S. XVII el sistema de las misiones de la Compañía de Jesús. Las
misiones jesuíticas tuvieron como base la reducción de las tribus salvajes a la
vida civilizada, por medio de la organización en las que el gobierno estaba en manos de
caciques, alcaldes y regidores indios, bajo la superintendencia de sacerdotes
jesuitas. Esos pueblos, independientes de la autoridad del gobernador y del
contacto con los encomenderos y colonizadores, fueron un poderoso medio de
defensa de los indios, no se los explotaba con fines de lucro, se los
acostumbraba a vivir en una organización, sometiéndolos a normas de trabajo y
convivencia social, dentro de los principios de la religión católica. En medio
de dificultades, los jesuitas redujeron en el Paraguay más de treinta pueblos,
a los que dieron una educación social y profesional. Esta acción educativa
persiguió un triple objetivo: 1°) convertirlos al cristianismo; 2°) incorporarlos
a la cultura europea; 3°) utilizarlos en la producción, obligándolos a trabajar
para arrancarlos del vicio. Los objetivos educativos los alcanzaban a través de
un largo y difícil camino. Comenzaban por pacificar a los indígenas y reunirlos
en las reducciones, imponiéndoles hábitos de orden y de disciplina. A cada
familia le adjudicaban una propiedad con su quinta, para que pudiera atender a
su subsistencia, los adoctrinaban en la religión católica. Los misioneros debían
aprender el idioma de los aborígenes y buscar en él palabras o símbolos que les
permitieran simplificar los misterios de la fe. Una vez vencida la dificultad
idiomática, le enseñaban las primeras - letras y el canto popular y litúrgico,
los iniciaban en diversos oficios y en industrias manufactureras y
agropecuarias. Todos los indios debían trabajar tres días por semana en la
tierra común, no era una tarea penosa: duraba cuatro o cinco horas por día y
era interrumpida con cantos y procesiones. Esta pedagogía de la evangelización
tendió al mejoramiento moral, intelectual y material de los indígenas.
La
obra que durante siglo y medio desarrollaron los jesuíticas, de las que aún
quedan rastros en nuestro país en las imponentes ruinas de San Ignacio
(Misiones), fue interrumpida por la expulsión de la Compañía de Jesús, en
1767 por Carlos III. Los pueblos indios fueron entregados a funcionarios
civiles, secundados en el orden espiritual por miembros de otras órdenes
religiosas; con la expulsión de los jesuitas se derrumbó la obra cultural y
educativa que habían desarrollado. Desde entonces fueron sometidos a la explotación nuevamente,
esto llevo al fracaso de todos los esfuerzos de los religiosos y no existió
ninguna acción orgánica en favor del elemento aborigen.
3.
LA EDUCACIÓN COLONIAL
Enseñanza
de las primeras letras. Los primeros tiempos no fueron propicios para el
desarrollo de una educación sistemática, se vivía en un continuo sobresalto por
la constante amenaza indígenas. Pero, consolidadas las fundaciones, comenzó a
desarrollarse una enseñanza elemental, que fue promovida por la Iglesia y por la Corona. había recomendado
a los sacerdotes que impartieran a los hijos de los pobladores enseñanza de
"las cosas de nuestra Santa Fe Católica, leer, escribir y contar, veinte
años mas tarde Felipe II, dispuso que los virreyes y gobernadores debían
nombrar maestros en todos los pueblos de su jurisdicción. Las primeras
escuelas, funcionaron en los conventos; más tarde, los cabildos se interesaron
por la apertura de escuelas particulares y, finalmente se establecieron
escuelas municipales, costeadas o subvencionadas por los ayuntamientos. Los
religiosos franciscanos, que acompañaron a los fundadores de casi todas las
ciudades capitales de nuestras actuales provincias, fueron los que iniciaron la
apertura de escuelas de primeras letras. Iniciaron su acción educativa en
Tucumán (1565), y luego en Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja y Buenos Aires. En las
escuelas la enseñanza fue gratuita, luego se agregaron las creadas en las
parroquias, pues los párrocos estaban obligados a "enseñar las primeras
letras y los rudimentos de la religión a los niños de su parroquia". Pero
el clero no tenía interés por la enseñanza delegó esa tarea en los sacristanes.
Por este motivo, la enseñanza de las escuelas parroquiales fue deficiente. Las
escuelas particulares, se establecían cuando el cabildo, previa solicitud del
interesado, autorizaba a un laico para el ejercicio de la docencia. al
autorizarlo, solía concederle el local donde funcionaria la escuela, pero
siempre la enseñanza era costeada por los alumnos. Francisco de Vitoria fue la
primera persona autorizada en Buenos Aires al ejercicio de la docencia, dio
petición que le reciban por maestro de la escuela y que se obliga a enseñar a
dichos niños y que se le pague un peso por cada mes a los que enseñare a leer y
a los que enseñare a escribir y contar dos pesos; y proveyose que le reciban
por tal maestro y al dicho precio". No existen, pruebas que llegase a
ejercer el magisterio. Las escuelas dependientes directamente de los cabildos
surgieron con la dinastía de los
Borbones, la enseñanza era costeada en parte por el cabildo y en parte por los
alumnos, pero siempre el maestro tenía obligación de recibir gratuitamente a un
número determinado de niños pobres. Las preferidas fueron las de los conventos,
la instrucción era muy superior a la de los seglares que se dedicaban al
magisterio, los hacía mejores maestros. Un cursado elemental comprendía la
enseñanza de la lectura, la escritura, las cuatro operaciones fundamentales de
la aritmética y la doctrina cristiana. Predominaba el sistema de enseñanza
basado en la memoria, es decir, de las preguntas y respuestas aprendidas de
memoria, y de las continuas repeticiones hasta llegar a la posesión del
conocimiento. Como procedimiento de enseñanza predominaba el colectivo, salvo
algunas pocas lecciones debían ser individuales.
Estudios preparatorios. Los que hoy
denominamos "secundarios" en la época colonial tuvieron un carácter
preparatorio y comenzaron a desarrollarse durante el S.XVII. Se impartieron en
las aulas de gramática o latinidad y de filosofía, que funcionaban en algunos
conventos. Su preocupación era dar una sólida formación religiosa y moral a la juventud,
estuvieron a cargo de los miembros del clero secular y regular. Sólo se tienen
noticias de que hubo alguno que otro preceptor laico que la enseñase. El curso
de gramática comprendía el estudio de esta materia y de la retórica se desarrollaba en dos años. Considerada muy
importante, ya que el latín era un instrumento indispensable para seguir
estudios superiores: en las Universidades las clases se dictaban en latín, los
textos escritos en latín y en los exámenes se hacía uso de dicha lengua
Aprobado el curso de gramática, el alumno ingresaba en el de filosofía, que
duraba tres años y estaba a cargo del mismo profesor quien, sucesivamente,
enseñaba lógica, física y metafísica. En los estudios preparatorios se
destacaron los miembros de la Compañía de Jesús, que los organizaron de acuerdo con la
"Ratio Studiorum", código pedagógico de los jesuitas que resume y
metodiza lo mejor de la tradición pedagógica del siglo XVI .
La Universidad de Córdoba. El origen del único
centro de estudios superiores que durante la época colonial existió en el
actual territorio argentino, se remonta al siglo XVII, pues surgió del Colegio
Máximo establecido en Córdoba en 1613 por el padre Diego de Torres, provincial
de la Compañía
de Jesús, con la colaboración del obispo fray Fernando de Trejo y Sanabria. Sus
estudios se encauzaron en 1624, cuando el Papa Gregorio XV autorizó a los
jesuitas a establecer "estudios" y conferir, por el término de diez
años, los grados de bachiller, licenciado, maestro y doctor, a condición de que
su instalación esté a más de doscientas leguas de las universidades ya existentes.
Este "estudio" de Córdoba fue fundado durante la época colonial, la
base de la futura universidad que, desde 1634, tuvo la facultad de conceder
grados académicos a perpetuidad, de acuerdo con la autorización que le fue
acordada por Urbano IV. Durante treinta años no tuvo una organización definida
y permanente. Sólo se logró en 1664 cuando el padre Andrés de Rada de la Compañía de Jesús dotó a
la universidad de sus primeras constituciones que recibieron la aprobación del
monarca comenzó regir a partir de 1680. Con típica expresión de las ideas de la
época: organizan el gobierno universitario con absoluta independencia de las
autoridades civiles; determinan los deberes y atribuciones de los distintos
funcionarios, cuya designación depende del Provincial de los jesuitas;
reglamentan los actos públicos y estructuran los estudios en dos facultades.
La Facultad de Artes abarcaba el estudio de la filosofía (lógica,
física y metafísica, según Aristóteles) y exigía tres años de estudio y dos de
pasantía.
La Facultad de Teología, la única que otorgaba el título de
doctor, desarrollaba sus estudios de cánones, moral y teología en cuatro años y
dos de pasantía, basando su enseñanza en la Suma Teológica de Santo Tomás
de Aquino y en el Liber sententiarum de Pedro Lombardo, textos clásicos de la
enseñanza teológica. La enseñanza de la Universidad de Córdoba fue escolástica, destinada
a formar a los miembros del clero por intermedio del sacerdocio, que
representaba la capa intelectual de la sociedad, la enseñanza universitaria se
infiltraba en el espíritu público.
LA
EDUCACION EN EL
PERIODO REVOLUCIONARIO
LA
EDUCACION EN LA EPOCA RIVADAVIANA
LA
EDUCACION EN LA EPOCA DE LA ANARQUIA
LA
EDUCACION EN EL
PRIMER PERIODO DE LA
LA
EDUCACION EN EL
SEGUNDO PERIODO DE LA
La
Constitución Nacional
de 1853 establece, que el sostenimiento de la educación primaria es condición
indispensable para que las provincias gocen de su autonomía Con el fin de
conocer la situación real de la educación elemental en el país, su ministro de
Justicia, Culto e Instrucción Pública, Eduardo Costa, dirigió el 19 de enero de
1863 una circular a los gobernadores de provincias solicitándoles informes, lo
más exactos posibles, sobre el estado de las escuelas, sus necesidades y
recursos. Sólo tres provincias respondieron al pedido de informes, pero ello
bastó para poner al descubierto "El Colegio Nacional debía ser una
institución democrática, accesible a los hijos del pueblo, una fuerza
nacionalizadora de los vástagos de inmigrantes, y no solamente un instituto
destinado a una determinada y privilegiada clase social. Debía recibir en su
seno, como lo sostendrían en seguida Sarmiento y Avellaneda, no sólo a los
hombres para las profesiones sino a todos aquellos que quisieran ilustrarse y
capacitarse para las funciones múltiples de la vida social". su plan de
estudios tuvo por mira difundir una cultura integral, a fin de preparar las
futuras clases dirigentes de la democracia en formación. Elaborado después de
cuidadoso estudio, previa consulta con las personas más competentes, comprendió
letras.y humanidades (castellano, literatura preceptiva, historia de la
literatura, latín, francés, inglés y alemán), ciencias morales (filosofía,
historia, geografía I y ciencias exactas ( matemática, física, química,
cosmografía).
LA
EDUCACION EN LA EPOCA DE LA INFLUENCIA POSITIVISTA
(1880 -1920)
La
Escuela Normal de
Paraná —centro difusor, durante el siglo pasado, de todas las influencias
pedagógicas que han gravitado en nuestra educación— fue, durante sus primeros
años, "una escuela de Boston trasplantada en las soledades de la América del Sud",
pues norteamericanos fueron sus directores, textos, programas, métodos,
muebles, etc. Esta influencia hizo posible que se difundieran, y luego reemplazaran
a los entonces vigentes, principios pedagógicos que el genio esencialmente
práctico de los norteamericanos había sistematizado y esquematizado y, en más
de un aspecto, mecanizado.
LA
EDUCACION EN LA EPOCA DE LA REACCION ANTIPOSITIVISTA
(1920 -1943)
4.
NUEVAS IDEAS PEDAGOGICAS DE FINES
DEL
SIGLO XVIII
Influencia
francesa. Dos aspectos característicos, que en Francia adquirió su expresión
más intensa. La tendencia liberal de su
filosofía oponiéndose a todo lo que tuviera sus raíces en el pasado, manifestó libertad
en el pensamiento y un escepticismo en materia religiosa. Y la preocupación por
asegurar el bienestar material del hombre, manifestado en el desarrollo que
adquirieron las doctrinas económicas, que sedujeron y fueron de aplicación
inmediata.
La
doctrina más divulgada de las concepciones económicas consideraba que el
individuo debía ser libre en la disposición de sus bienes, debían eliminarse
las restricciones gubernamentales. El Estado debía limitarse a salvaguardar los
derechos naturales de los individuos. Consideraban que la educación debía ser
impuesta por el Estado, constituía un deber irrenunciable el enseñar a todos
los ciudadanos los principios de la ley natural. Las dos corrientes dominantes enciclopedismo
y fisiocracia propugnaran el liberalismo en filosofía, en religión, en
política, en economía, sosteniendo la obligación del Estado de instruir al
pueblo, afirmaran como consecuencia la secularización de la educación. España
sintió la influencia de estas ideas, cuya introducción fue favorecida justamente
ya que atravesaba dificultades económicas, los hombres de gobierno, se
apropiaron de las ideas del movimiento intelectual francés, las introdujeron y
difundieron, al mismo tiempo postularon medidas y reformas hasta cierto punto
avanzadas. Tuvieron un auge extraordinario, las nuevas teorías consideradas como más cultas y de lo que
brinda horizontes desconocidos. Las nuevas ideas produjeron una división espiritual,
lo antiguo y lo nuevo. Determinó un movimiento cultural que la publicaba
informes, memorias y discursos, Características de la nueva pedagógica, esta influencia
intelectual surgió en España un modo distinto de enfocar el problema de la educación.
Confiando con optimismo en la acción de
la educación, el progreso y perfeccionamiento de la conducta humana. La acción
educadora el medio más eficaz para que los gobernantes lograran el ansiado
bienestar social. Esta posición logra difundir
instituciones educativas accesibles a hombres y mujeres, esta tendencia sostuvo
la necesidad de que la educación tuviera por objeto cosas concretas, útiles,
que fueran provechosas tanto para el individuo como para él Estado, tuvo sus
defensores destacados propulsores de la cultura enciclopedista. Para Feijoo, España se había alejado del
movimiento cultural europeo porque su educación abusaba de las disputas
verbales que hacían de la ciencia un laberinto de palabras y desdeñaba la
experiencia y observación de la naturaleza. "Tan ignorada es hoy la
naturaleza en las aulas de las escuelas como lo fue en la Academia de Platón y en
el Liceo de Aristóteles”. Por eso afirmó la necesidad de fomentar el ejercicio
de la razón crítica y reemplazar el conocimiento puramente verbal y
silogístico, por el estudio de las ciencias naturales. Hubo pues en Feijoo una
valorización de la ciencia experimental en oposición a los excesos de la
enseñanza tradicional. Jovellanos, en su Informe sobre la ley agraria (1795), anticipó
su preocupación por la reforma de la orientación de la educación. Al ocuparse
de la agricultura —única fuente de riqueza según los fisiócratas, igual que
todas las actividades humanas, requería liberla de los obstáculos políticos,
físicos y morales que la estorbaban. Para ello era necesario difundir la
instrucción, con el fin de elevar el nivel de las clases productoras. Además
reformar los estudios, pues las ciencias habían dejado de ser un medio de
investigación de la verdad y los estudiantes, multiplicados en número excesivo
a causa de los escolásticos y los pragmáticos, los casuistas y los malos profesores,
habían rebajado los principios, la estimación y hasta la memoria de las
ciencias útiles al hombre, se diera preferencia en la educación a los
conocimientos fundados en la experiencia que es el origen de la prosperidad
social, defendió la necesidad de difundir la instrucción a la mayor cantidad
posible de ciudadanos. "Si deseáis el bien de vuestra patria, abrid a
todos sus hijos el derecho de instruirse, multiplicad las escuelas de primeras
letras; que no haya pueblo, no haya rincón, donde los niños, de cualquier clase
y condición que sean, carezcan de este beneficio". La influencia de estas
ideas surgió en España elevar el nivel cultural del pueblo y a preocuparse por
los problemas de la instrucción pública. se evidenciaron en el reinado de
Carlos III, por la creación de nuevos establecimientos y las nuevas ideas en
las colonias fueron conocidas, adoptadas y difundidas. la crítica dejó a un
lado las cuestiones políticas, religiosas y filosóficas, concretándose a los
problemas económicos y educacionales. El sistema monopolista imperante, la
rutina y pobreza de las masas campesinas fueron señaladas como causas
fundamentales de la situación económica colonial. Para remediarla se propició
la libertad de comercio. Las creaciones educacionales propiciadas por Belgrano
tuvieron su fuente de inspiración en las ideas de Jovellanos. Hubo en esta
época, una gran unidad entre el pensamiento pedagógico de los enciclopedistas
españoles y las ideas educacionales difundidas en las colonias españolas de
América.
5.
EL PENSAMIENTO PEDAGOGICO COLONIAL
No
escaparon a las peculiaridades del pensamiento pedagógico de fines del siglo
XVIII las ideas Pastorales por fray José Antonio de San Alberto (1727-1804), Su
ideario careció de originalidad, pues en su esencia se redujo a repetir las
ideas, se limitó a afirmar el poder de la educación como medio de elevar al
pueblo y a defender la necesidad de una enseñanza práctica.
A
su regreso a Córdoba encontró a su diócesis en un lamentable estado de atraso y
abandono: sus feligreses "no sabía leer ni escribir y ni siquiera era
capaz de responder a las preguntas del catecismo"; su clero, carecía de
"vocación docente". Ante tal situación el problema más urgente era el
de la educación de los niños, para resolverlo debía ilustrar al clero, a fin
cumplir su misión pedagógica, despertó en los sacerdotes el interés por
instruirse a los que aspiraban a ser promovidos al sacerdocio, sostenía que no
era suficiente la santidad, también era indispensable la doctrina y la ciencia.
("todo el bien y todo el mal del Estado depende de la buena o mala
educación de la juventud"). la falta de educación prepara la miseria y la
desgracia de los pueblos, pues convierte al hombre en ser inútil ("que
nada aprende, ni sabe, ni aspira y que viviendo en una inacción continua, mira
las artes útiles con indiferencia, y con horror todo lo que suena a industria y
trabajo, sin el cual nada puede, ni puede servir la fertilidad de los campos,
ni la abundancia de los frutos, ni la riqueza de las minas, ni los tesoros del
mar") ("el que no sabe leer ni escribir es un ser inútil y
perjudicial, tanto para la sociedad como para la religión"). Para San
Alberto, la educación debía tener un objetivo concreto: familiarizar al
educando con el trabajo, creyó que lo más conveniente era "dar a cada uno
un oficio, que esté de acuerdo con su naturaleza y su talento". De ahí sus
combates contra el prejuicio por ser "propio de gente natural y de
servicio", todo oficio u Ocupación mecánica, su defensa a una enseñanza
práctica que formara labradores, comerciantes, artesanos, tejedoras o hiladoras.
Los jóvenes, aplicados desde sus primeros años a un oficio, no sólo adquirirían
una ocupación que les permitiría ganarse dignamente el sustento y ser unos
individuos útiles para la sociedad. El ideal fue establecer escuelas en todas
las ciudades pues reconoció que tal acción chocaba con dos obstáculos difíciles
de superar un obstáculo de carácter demográfico: la población dispersa y el
espíritu de rebeldía se oponía a una efectiva acción educativa, En segundo
término, faltaban preceptores, su acción práctica se concretó a la fundación de
colegios urbanos para niños y niñas huérfanos, en Córdoba y de Catamarca, aspiraba
a instruirlos y educarlos en los principios de la religión y familiarizarlos
con el trabajo, la formación de "mujeres piadosas, honestas , y honradas, hábiles,
laboriosas y económicas, capaces de sostener sus casas y familias con el trabajo"
y hombres industriosos, que aplicados "al cultivo, a la manufactura y al comercio"
prepararían la abundancia y la felicidad de su patria. El obispo dotó a los
establecimientos de constituciones, que se distinguieron por la liberalidad
para la admisión de alumnos y la orientación esencialmente práctica que
señalaban al plan de estudios., no escaparon a horarios de clase y métodos de
enseñanza. La permanencia en España de Manuel Belgrano (1770-1820), en cuya
Universidad de Salamanca cursó estudios jurídicos, fue fundamental, Le permitió
ponerse en contacto con las ideas de enciclopedistas y economistas, la
influencia de los principios ideológicos de la revolución norteamericana que
interesaban a Europa. Pío IV autorizó en forma amplia para que pudiese
"leer toda clase de libros condenados, aunque fuesen heréticos". Su
designación como secretario del Consulado de Buenos Aires, en 1793, le hizo
pensar que llevando a la práctica los nuevos principios de la economía política
podía contribuir a solucionar algunos de los problemas de la colonia, pero los
miembros del Consulado sólo se interesaban por su comercio monopolista, para la
mayoría de los integrantes de la corporación "no había más razón, ni más
justicia, ni más utilidad, ni más necesidad que su interés mercantil". Las
circunstancias lo lleva a limitarse a la difusión de sus ideas, que efectuó en
las Memorias, esbozando un programa de reformas económico culturales se refirió
a medios generales para fomentar la agricultura, alentar la industria y
proteger al comercio. La base de la riqueza se encuentra en la agricultura.
Quien se hallaba atrasada lo demostraba el limitado producto de las tierras y
la miseria de los labradores cada uno obraba de acuerdo con su gusto y
práctica, un desconocimiento de las reglas a que debe obedecer su explotación
para que las gentes del campo pudieran aprender las cosas que tienen relación
con el cultivo de la tierra, sugería crear una escuela de agricultura, El mejor
medio de hacerlo consistía, en difundir los principios en que se apoya la
ciencia del comercio, que no consiste "en comprar por diez y vender por
veinte", como parecía a "aquellos que sin conocimientos han emprendido
sus negociaciones", proponía una escuela especial, en la que se daría una
enseñanza práctico-profesional basada en el estudio de la aritmética, la
teneduría de libros, la geografía, la estadística, las leyes comerciales y las
reglas de la navegación. Para alentar la industria era menester desterrar el
vicio de los habitantes de la campaña, que vivían "sin haberse ejercitado
en otra cosa que en la ociosidad". la única forma de dignificarlos era ofrecerles,
desde los primeros años una educación regular, propugnaba la creación de
escuelas gratuitas "a donde puedan los infelices enviar a sus hijos, sin
tener que pagar cosa alguna por su instrucción". En esas escuelas se les
enseñarían "buenas máximas" y se les inspiraría amor al trabajo, Sostenía,
que el progreso del comercio dependía de la difusión de la educación, su idea
llevó a considerar, a la mujer como agente de producción y al trabajo como
medio de enseñanza moral. Proyectó escuelas gratuitas para niñas donde además
de enseñarles doctrina cristiana, lectura, escritura, costura y bordado, les
inspiraría amor al trabajo, el mejoramiento de la situación de la mujer, que
sería resultado de una educación adecuada, enseñaba que "el bienestar y la
virtud de la mujer instruida, constituyen la base de la sociedad".
6.
LA EDUCACION EN
EL VIRREINATO DEL RIO DE LA
PLATA
Acción
educacional de Vértiz. La expulsión de la Compañía de Jesús, dispuesta por Carlos III tuvo
inmediata influencia en el Río de la
Plata , la acción desarrollada por los jesuitas se debía en
gran parte el progreso que se había alcanzado en el orden cultural. Los que
reemplazaron a los jesuitas en el magisterio, no estaban a la altura y rápidamente
se produjo una decadencia en la educación. Carlos III había impartido
instrucciones a fin de que procedieran a
subrogar la enseñanza de primeras letras, latinidad y retórica. Además de dotar
a Buenos Aires de su primera imprenta, proyectó y llevó a cabo la fundación del
Real Colegio de San Carlos, e impulsó el estudio de la medicina con la creación
del Protomedicato, tribunal encargado de examinar a aquellos que aspiraban
ejercer la medicina, El Real Colegio de San Carlos. En 1771, resolvió consultar
a los cabildos eclesiástico y secular respecto de la mejor manera de aplicar
los bienes que habían pertenecido a la Compañía de Jesús para "establecer escuelas
y estudios generales para la enseñanza y educación de la juventud".
auspiciaba la creación de un colegio convictorio y la erección de una
universidad, siguiera las constituciones del Colegio de Monserrat y, con
referencia a la universidad proyectaba su plan de estudios y la orientación de
la enseñanza. Gramática latina, filosofía, teología, derecho canónico, derecho
civil, derecho de Castilla y derecho indiano eran, las materias indispensables,
las cuales se podrían ampliar con la incorporación de la matemática y la
medicina, la respuesta del cabildo postulaba que en filosofía, "los
profesores no tendrán obligación de seguir sistema, también en la física, en
que se podrán apartar de Aristóteles y enseñar por los principios de Cartesio o
de Gasendo o de Newton o alguno de los otros sistemáticos o, arrojando todo
sistema para la explicación de los efectos naturales, seguir a la luz de la
experiencia, por las observaciones y experimentos en que tan útilmente trabajan
las academias modernas". En teología, afirmaba que debía seguirse
"exactamente la doctrina de San Agustín y Santo Tomás". El cabildo
secular, respondió en forma concordante con el eclesiástico, su informe se
diferenció y prestó mayor atención a las cuestiones económicas e insistió en la
conveniencia de trasladar la
Universidad de Córdoba Mientras los dictámenes eran
estudiados, el procurador Manuel de
Basavilbaso hizo una presentación en la cual, apoyaba la idea de dotar a Buenos
Aires de una universidad, destacó que el proyecto no podía tener efectividad
inmediata, proponía qué se afrontara la solución de las necesidades más
apremiantes, estableciendo escuelas de primeras letras y aulas de gramática
latina. La Junta
aprobó la propuesta de Basavilbaso y dispuso elevar al rey el proyecto de
erección de estudios secundarios y superiores además dio nuevos pasos en sus
proyectos de establecerla con la designación del presbítero Carlos José
Monteros como maestro de filosofía.
(1807)
los jóvenes y sus maestros las abandonaran para tomar las armas, con la
consiguiente clausura de los cursos. Desde entonces el local del colegio quedó
convertido en cuartel de Patricios, Por las aulas del Colegio de San Carlos
pasaron casi todos los hombres que hicieron la Revolución de Mayo.
Nuevas instituciones educacionales: Escuela de Dibujo y Escuela de Náutica. La
prédica de Belgrano en favor de la educación se concretó en la creación de dos
establecimientos educacionales, que se fundaron por su iniciativa: las escuelas
de Dibujo y de Náutica. 1799, el escultor Juan Antonio Hernández presentó al Consulado
el proyecto de establecer una escuela destinada a la enseñanza de la geometría,
la arquitectura, la perspectiva y "todas las demás especies de dibujo,
solicitaba que le facilitase los medios indispensables local para instalar la
escuela, bancos, mesas y luces. Aprobado el proyecto, se encomendó a Belgrano
la organización de la escuela y la redacción del reglamento que había de
regirla, se estableció de acuerdo con el prejuicio racial dominante en la
educación la escuela serían admitidos
únicamente españoles e indios netos no pudiendo entrar negro o mulato que se destine al aseo de la
sala, limpieza de candeleros y espabiladeras y tener cuidado de espabilar las
luces". Inaugurada en una de las salas del Consulado 1799, la Escuela de Dibujo inició
sus clases con una inscripción de cincuenta alumnos. La enseñanza siguió un
método primitivo se limitaba a la copia
de láminas que los alumnos debían reproducir en todos sus detalles. Pese al
escaso mérito los premiaban con medallas de plata y con la exhibición de los
dibujos, a fin de ser contemplados por los miembros de la corporación y los
familiares de los alumnos. La
Escuela de Náutica inició en 1799 su objetivo fomentar
"el estudio de la ciencia náutica, proporcionando por este medio a los
jóvenes una carrera honrosa y lucrativa, sea en el comercio, en la milicia o
cualquier otro estudio". La dirección era de Pedro Cerviño, que se había
destacado como geógrafo, cartógrafo y matemático cuando integró las, comisiones
demarcadoras de límites entre España y Portugal. Segundo director fue Juan
Alsina, que desde la década anterior había instalado un aula de pilotaje, con
el propósito de formar prácticos en la navegación. El plan debía desarrollarse
en cuatro años comprendía una enseñanza matemática, durante los tres primeros
años y con el estudio de las materias auxiliares: geografía, cosmografía,
hidrografía y dibujo; en cuarto año la práctica del curso de pilotaje. Ambas
escuelas, funcionaron normalmente durante tres hasta la orden del gobierno
español de suprimirlos los establecimientos Los franciscanos en la Universidad de Córdoba.
Era ya famosa la
Universidad de Córdoba cuando Carlos III, en 1767, dispuso la
expulsión de la península y de sus colonias, de la Compañía de Jesús. El
gobernador de Buenos Aires, encargado de ejecutar la expulsión, resolvió
entregar la Universidad
a los franciscanos. Así no dio cumplimiento a las Instrucciones impartidas por
el Conde de Aranda, que disponían que directores y maestros jesuitas debían ser
reemplazados. Con el advenimiento de los franciscanos se produce una modificación
fundamental en la
Universidad : deja de ser una institución jesuítica para
convertirse en una dependencia del rey. designadas por el gobernador de Buenos
Aires, y después por los virreyes, perdió la autonomía política. Un segundo
hecho, se produjo poco después: la Universidad de Córdoba dejó de ser teológica e incorporó
los estudios jurídicos La expulsión de los jesuitas significó la iniciación de
una larga lucha entre el clero secular y los franciscanos para lograr el
predominio en los estudios superiores. Denuncias y acusaciones contra los
franciscanos dieron lugar a la formación de Un expediente que se tramitó ante el Consejo de
Indias. Este expediente originó la Real Cédula 1800, que decidió favor del clero
secular, resolvió "erigir y fundar de nuevo, en el edificio que fue del
Colegio de los jesuitas, la
Real Universidad de San Carlos y de Nuestra Señora de Monserrat
concedió todos los privilegios de que gozaban las similares de España e Indias
(Salamanca, Alcalá de Henares, Lima y México). Precisó que los franciscanos
quedaban separados del gobierno de la universidad. 1807, Liniers dispuso el
cumplimiento, entonces cuando se designó rector de la Universidad al deán
Gregorio Funes le encomendó la redacción de un nuevo plan de estudios, que
diera satisfacción a las tendencias y necesidades de la época.
CAPITULO 2
(1810
-1820)
La
revolución del 25 de Mayo de 1810 implicó un cambio en la situación política del Río de la Plata , con la constitución del Primer Gobierno
Patrio. El estado social, moral, religioso y cultural de la ex colonia no cambió
inmediatamente. varios años se continuó viviendo en el mundo espiritual. El
nuevo estado político provocó un proceso que renovó la estructura social del
país, generó nuevos ideales que poco a poco llevaron a un cambio cultural e
hicieron sentir la necesidad de una nueva concepción educativa que no llegó a
cristalizar en seguida, se opusieron las preocupaciones de la guerra de la Independencia , que
polarizaron todos los esfuerzos. Y los planes de reforma, apoyados en teorías
de pensadores franceses que se estrellaron contra las características básicas
del país. Producida la
Revolución , la educación continuó desenvolviéndose en las
mismas ideas que los últimos años de la colonia. Originadas en el
enciclopedismo francés que difundieron y dieron a conocer pensadores españoles.
La Revolución , amplió horizontes
espirituales de los hombres produciendo una conmoción y despertándoles nuevos
ideales e hizo posible que se fuera estructurando una nueva concepción
educativa, afirmó los fundamentos de nuestra educación republicana, el pueblo
dejó de ser vasallo para convertirse en
dueños de sus destinos, reemplazando el gobierno por un régimen democrático y
representativo, en la educación se impuso una nueva finalidad: formar la
conciencia ciudadana, como lo expresó Belgrano en el Reglamento que dictara
para las escuelas al referirse a los deberes del maestro quien debe preocuparse
por inspirar a los alumnos "amor al orden, respeto a la religión, moderación
y dulzura en el trato, sentimiento del honor amor a la virtud y a las ciencias,
horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo
lo que diga de profusión y lujo en el comer, vestir y demás necesidades de la
vida, y un espíritu nacional que haga preferir el bien público al privado y
estimar en más la calidad de americano que la de extranjero". Para esto había
que fomentar la educación, extendiendo sus beneficios para los habitantes de la
campaña, es necesario elevar al magisterio, mejorando su situación económica y
social e implantar un nuevo concepto disciplinario. dotar a la enseñanza de
libros de texto, más en armonía con las circunstancias y la meta educativa,
había que liberarla del peso de las tradiciones coloniales. la situación mental
y social del país, las exigencias y la carencia de recursos se opusieron a los
propósitos que en materia educacional tuvieron los gobiernos revolucionarios. En
todas las gestiones se evidenció la
clara importancia de la educación de
hacer posible las nuevas finalidades educativas, dejaron los establecimientos
coloniales y se preocuparon por establecer
escuelas especiales.
1.
DIFUSION DE IDEAS EDUCACIONALES
Ideas
de Mariano Moreno. Influido por el pensamiento filosófico del siglo XVIII,
(1778-1811) puso de manifiesto una confianza en la eficacia de la educación y
demostró interés por los problemas de la instrucción pública, reconoció la
necesidad que de la educación venía el nuevo orden político establecido por la Revolución. la Primera
Junta, había producido ideas, pero corría el riesgo de ser transitoria si no se
desarrollaba una intensa acción educacional. "Si los pueblos no se
ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que
vale, lo que puede y lo que debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y
después dé vacilar algún tiempo entré mil incertidumbres, será tal vez nuestra
suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía". Para asegurar la
conservación del régimen era indispensable formar la conciencia del pueblo. la
acción educacional no debía circunscribirse al terreno meramente escolar. También
era importante la obra educativa del libro y del periodismo. Fundó la Biblioteca Pública ,
con el objeto de facilitar a los ciudadanos un medio para aumentar sus
conocimientos; publicó una reimpresión de El contrato social, "catecismo
de los pueblos libres", con el fin de ilustrar a los hombres sobre sus
intereses y derechos; y, consciente del derecho del pueblo de conocer la
conducta de sus representantes, creó La Gaceta de Buenos Aires, que utilizó para
"dar acceso a la verdad y a la introducción de las luces y de la
ilustración, el secretario de la
Junta se apresuró a señalar el principio esencial de la nueva
concepción educativa republicana: tener por base y fundamento la libertad,
promotora e inspiradora del engrandecimiento de los pueblos. No existiendo
libertad, no se podía concebir el progreso ni el adelanto de las artes. Si se ponen
restricciones a la libertad .es necesario tratar de crear una nueva institución
educativa, que reemplazara el colegio colonial y se adecuara a las nuevas
circunstancias. Los acontecimientos políticos determinaron que Moreno no pueda
convertir en realidad su propósito, Moreno dejó anticipados los principios de
la que con el tiempo seria la educación republicana. 1810 y 1811, insistió Manuel
Belgrano en las ideas sobre el comercio, la agricultura, la industria y la
educación, había expuesto al Consulado de Buenos Aires, Al escribir sobre temas
educacionales, no se ocupó de la enseñanza profesional, manifestó un interés por
la instrucción pública. sostuvo que la educación era el fundamento más sólido
de la felicidad pública. Reconocía que existían escuelas de primeras letras,
pero destacaba que la educación se encontraba atrasada por establecimientos
escasos que carecían de organización formal, de inspección y estaban en manos
de preceptores ignorantes. Surge la conveniencia de atender la imperiosa
necesidad de ilustrar al pueblo, se propuso que se establecieran escuelas de
primeras letras en todas las parroquias de la ciudad y en la campaña; proyecto
que los jueces obligaran a los padres a enviar a sus hijos a la escuela y
sugirió se obligara a los párrocos a que predicaran acerca del deber de enseñar
a los hijos. Belgrano volvió a plantear la educación de la mujer. Cómo la mujer
que carecía de instrucción, podía desarrollar las virtudes morales y sociales
de sus hijos, había llegado la hora dé que se arbitrasen, pues de la mujer depende la educación de la
infancia época dé la vida que deja rastros más hondos. Para Belgrano la
educación era el origen de la felicidad pública y la palanca del progreso de
las naciones, ya que sin enseñanza, nada podríamos adelantar. El país tenía
necesidad de organizar su sistema educativo. El padre Castañeda (1776-1832) fue
un apóstol de la educación popular no vaciló en llevar a cabo campañas
periodísticas en defensa de sus ideas, afirmó que en los años que llevamos de
Revolución no hemos hecho cosa buena los triunfos de las armas eran efímeros porque, no habiéndose resuelto
el problema educativo, lo que hacían era "sepultar en la ignorancia a las
generaciones venideras, la instrucción de los niños y los jóvenes dependía no
sólo el restablecimiento y desarrollo del comercio, de la industria y de las
artes, sino de la constitución política del país. La república no conseguiría
la estabilidad de sus Instituciones a menos que, desde la infancia, se enseñara
a observar fielmente cuanto tendiera al bien y utilidad del Estado. para que
las leyes resultasen eficaces debían ser precedidas por una buena educación.
Una buena educación de los niños, no debía limitarse al aprendizaje de la
lectura,, la escritura, la aritmética y los rudimentos de la religión. su plan debía
ser más amplio e incluir enseñanzas con informaciones científicas y prácticas,
con agregados estéticos (música, baile) y de ejercitación física (natación,
equitación) su prédica contribuyó a
difundir que era necesaria la ilustración popular.
2.
LA OBRA
EDUCACIONAL DE LOS PRIMEROS GOBIERNOS PATRIOS
Los sucesos del momento fueron el gran
obstáculo que no permitió que los revolucionarios desarrollaran un amplio
programa de educación. más que las
obras, se destacaron las ideas de los hombres de Mayo. Refiriéndose a las
escuelas municipales sostuvo la conveniencia de "uniformar la educación y
organizar un método sistemático, que generalmente se siga y adopte en todas las
escuelas de mejorar la situación de los preceptores, de establecer la
realización de exámenes públicos sobre todas las ramas que comprendía la
enseñanza y de aprobar la concesión de premios a los alumnos que más se
distinguieran, con el fin de estimularlos en los estudios, las escuelas que
funcionan en los conventos están atendidas por legos, la instrucción se limita
a la lectura y escritura eran las más útiles y necesarias se propuso a la Junta que la dirección de
estos establecimientos educacionales fueran sacerdotes. La Junta dispuso que el
nombramiento de cada maestro de escuela debía efectuarse y que los religiosos que dirigieran dichas
escuelas gozaran de la jubilación y carrera que los maestros de las facultades
mayores, además la protección del gobierno con particularidad, durante el
gobierno del Triunvirato, se crearon nuevas escuelas elementales en Monserrat,
en los Corrales de Miserere y en el barrio de la Residencia. La
preocupación repercutió en el interior, En Córdoba, renació el interés por la educación elemental
1813, se crearon las primeras escuelas públicas municipales. En Mendoza
comenzaron a funcionar importantes escuelas de primeras letras, en San Juan se
instaló, en 1816, la escuela que dirigió Ignacio Fermín Rodríguez, el maestro
de Sarmiento. Las provincias del Norte, que pasaban por una situación especial
debido a la guerra, sólo después del triunfo de Salta sintieron la acción
educacional de Belgrano, que fundó escuelas en Tucumán, Jujuy y Santiago del
Estero. Las demás provincias sufrieron la acción limitadísima, las únicas
escuelas que continuaron funcionando fueron las establecidas en los conventos.
Nuevo impulso recibió la enseñanza de las primeras letras durante el gobierno
de Juan Martín de Pueyrredón, la educación de las niñas, en la primera década
de la Revolución
no constituyó una inquietud. Monasterio de Santa Catalina (1775) y Colegio de
Niñas Huérfanas (1776), el Cabildo se limitó a conceder algunas subvenciones a
maestras particulares, la
Asamblea General
Constituyente, que abolió el castigo de azotes en las escuelas, los que continuasen
aplicando azotes, serían privados de su oficio y castigados produjo el descontento de los preceptores
porque los privaba del único "recurso pedagógico" que conocían, la
ignorancia de los maestros hizo que en el Estatuto provisional (1815) se
anulara ese decreto De la época
revolucionaria queda la supresión , de los castigos corporales. Pero el ideal
no pudo convertirse en realidad porque el espíritu reaccionario de los preceptores
les impedía comprender que el cambio político debía influir en la educación
manifestándose en un nuevo sistema disciplinario. La primera manifestación de
1810, sugiriendo la adquisición y adopción como libro de lectura del Tratado de
las obligaciones del hombre, ese pequeño manual de moral permitió un contenido
espiritual uniforme v de acuerdo con las
nuevas
finalidades perseguidas. El contrato social, destinado a enseñar a los
ciudadanos "el verdadero origen de sus obligaciones" y mostrarles
"las que correlativamente contraían los depositarios del gobierno los
mismos libros que se utilizaron durante la época colonial. En el período 1810-1820
se asistió a una serie de esfuerzos aislados que, tendieron a una misma meta:
acentuar el contenido científico de la educación, buscando en la difusión de
este tipo de conocimientos la base para el desarrollo del país. la Academia de Música,
dirigida -por Víctor de la Prada ,
consideró que eran dignos de fomento "los establecimientos de las bellas
artes, que siempre han merecido la protección de los gobiernos
ilustrados". Se creó la
Escuela de Matemáticas, destinada a los jóvenes que se
dedicaran a la milicia, con el objeto de instruirlos en los principios de la
carrera militar y facilitarles recursos para que pudieran "ganar a los
pueblos con el irresistible atractivo de su instrucción, de su moderación y
virtudes sociales". En 1812 se cerró debido al fusilamiento de su
director, complicado en la conspiración de Alzaga. El Triunvirato, dispuso, la
creación de un Instituto Médico, que funcionó de acuerdo con el plan que le
trazara el doctor Cosme Argerich. La necesidad de formar el mayor número
posible de cirujanos, indispensables para la asistencia de los muchos heridos
de los ejércitos en campaña, determinó que el Instituto se transformara en
Instituto Médico Militar. En 1815 el Consulado de Buenos Aires abrió una
Academia de Dibujo, inspirada y dirigida por el padre Castañeda, que
considerando el dibujo como "la madre y maestra de todas las demás
artes", 1816, el director Alvarez Thomas dispuso la creación de. la Academia de Matemáticas y
Arte Militar..
El
plan de estudios, que se desarrollaba en dos años, lo más importante fue el
espíritu que presidió la enseñanza: Senillosa sacrificó el brillo a la solidez
de los conocimientos y, más que cultivar la memoria, se preocupó por
desarrollar la razón de los alumnos. la Academia de Jurisprudencia, que dirigió el doctor
Manuel Antonio Castro (1772-1832). no fue un centro de estudios jurídicos sino
una organización destinada a facilitar la realización de prácticas de abogacía
a los que presentaban el título de bachiller, licenciado o doctor en derecho
civil, títulos que no se podían obtener en Buenos Aires. Los estudios
secundarios. se efectuaron en las aulas de algunos conventos, desde las
invasiones inglesas el Colegio de San Carlos había quedado desamparado, su
local fue destinado para cuartel de tropas. Durante el gobierno del Triunvirato
se autorizó al preceptor a establecer en el local de San Carlos una escuela
destinada a brindar a los jóvenes cursos preparatorios. En 1817, Juan Martín de
Pueyrredón se propuso restablecer el antiguo colegio, pues creía que "a
pesar de las atenciones de la guerra", era necesario "proporcionar
una educación sólida, uniforme y universalmente extendida a nuestros jóvenes
para que a su vez puedan servir de esplendor y apoyo a su naciente patria, con
la sabiduría de sus consejos, con la pureza y suavidad de sus costumbres".
Lo hizo creando el Colegio de la
Unión del Sud, El plan de estudios era más amplio que el del
Colegio de San Carlos, pues se introdujo la enseñanza de lenguas vivas (inglés,
francés e italiano), filosofía e historia natural, cátedra para la que fue
designado el célebre naturalista francés Amadeo Bonpland. Pese a la
introducción de esos contenidos científicos, la educación siguió siendo
fundamentalmente religiosa. Así, la cons-titución del colegio señalaba que
"la vida cristiana virtuosa es la primera base en que debe descansar todo
establecimiento de educación para la juventud". el Colegio de la Unión del Sud estaba regido
por la misma mentalidad que había imperado en la colonia, En el interior del
país, el Colegio de Monserrat, dependiente de la Universidad de
Córdoba, mantuvo el carácter de establecimiento dedicado a los cursos de
repetición para los alumnos que cursaban estudios superioresse organizaron en
él estudios de Carácter preparatorio. Mendoza se destacó por su preocupación
por establecer una
institución
de enseñanza secundaria. impulsadas por el general José de San Martín, llevaron
a la fun-
dación
del Colegio de la
Santísima Trinidad en noviembre de 1817. allí los jóvenes
aprenderían "la importancia del heroísmo y de cuánto puede sublimar al
hombre sobre los demás seres que,
como
sabéis bien, es fruto del estudio y la ilustración". no se incluyó la
enseñanza de la teología.
En
él funcionaron cátedras de filosofía, latín, física, matemática, geografía,
historia, dibujo y francés.
CAPITULO
3
(1820
-1827)
La
época de Rivadavia representa en la historia de la educación argentina un
período de radical renovación. el esfuerzo de crear un nuevo clima cultural,
imponiendo las orientaciones que prevalecían en los focos de la civilización
europea, impulsando las investigaciones jurídicas y sociales y los estudios
históricos, promoviendo el desarrollo de las ciencias, creando instituciones
educacionales, trayendo al país a maestros extranjeros, adquiriendo instrumental
científico para la investigación y la enseñanza, acrecentando la literatura
didáctica y renovando las bases y orientaciones de la instrucción pública.:
"La instrucción pública es la base de todo sistema social bien reglado, y
cuando la ignorancia cubre a los habitantes de un país, ni las autoridades
pueden con suceso promover su prosperidad, ni ellos mismos pueden
proporcionarse las ventajas reales que esparce el imperio de las leyes acción
de gobernante hizo de esta época un período de hondas transformaciones y de
reformas verdaderamente revolucionarias, cuyos frutos pudieron recoger las generaciones posteriores a Caseros.
1.
IDEAS INSPIRADORAS DE LA
ACCION DE RIVADAVIA
.
La acción de Rivadavia en favor de una renovación educacional tuvo su primera
exteriorización durante su actuación como secretario de Guerra del Triunvirato.
A la orientación teocrática de la educación colonial quiso oponerle una nueva
orientación' científica, que abriera horizontes y caminos a la juventud.
De
acuerdo con sus ideas —enunciadas en los considerandos del mencionado decreto—,
"la fuerza, la intrepidez y el mismo amor a la independencia, no bastan
para asegurarla, mientras el error y la ignorancia presidan los destinos de los
pueblos y mientras se descuide el fomento de las ciencias". Esto se
lograría únicamente por medio de la difusión de una nueva cultura, que nos
hiciera conocer "lo que somos, lo que poseemos y lo que debemos
adquirir". Vale decir, la difusión de la ilustración, de acuerdo con una
orientación cultural que armonizase con los ideales de la nueva época,
permitiría arrasar con todo vestigio de la colonia: romper "las tinieblas
en las que hemos estado envueltos durante tres siglos".
La
revolución del 8 de octubre de 1812, que ocasionó la caída del gobierno, no
permitió que pudiera llevarse a la práctica este programa de renovación
educacional.. La misión diplomática que se le encomendó después de su actuación
en el Triunvirato, que lo obligó a una permanencia de más de cinco años en
Europa, permitió a Rivadavia seguir de cerca la actuación de publicistas,
vincularse con estadistas
,
frecuentar el trato de economistas y estrechar amistad con filósofos. Con estas
influencias y la formación clásica que había adquirido en las aulas del Real
Colegio de San Carlos, logró organizar un cuerpo de ideas, amplias y orgánicas,
que orientaron su acción de gobernante hacia la realización de principios y
objetivos civilizadores. La
Ideología del pensamiento que a fines
del
siglo XVIII alcanzó gran difusión en Francia. Reaccionando ante los excesos del
racionalismo, no se limitó al planteamiento de problemas puramente
especulativos; descendió a la aplicación de sus principios para la solución de
problemas políticos, económicos y sociales. Afirmó la soberanía del Estado,
defendió la absorción por el gobierno de las grandes funciones sociales, propugnó
el culto de la ciencia y concibió la educación como el medio por excelencia
para moldear el intelecto, la acción reformadora de Rivadavia, deliberadamanete
europeizante, abarcó todos los aspectos de la vida pública, ya que de acuerdo
con su inspiración ideologista creyó que por medio de decretos podía organizar
definitivamente el país. Su política liberal y reformadora —que no fue coronada
por el éxito inmediato, aunque se perpetuó en obras fecundas— encontró
resistencia en los caudillos y en los sobrevivientes del régimen colonial,
porque es innegable que chocó con la realidad
del
país. Rivadavia fue vencido por la misma realidad que quería transformar y, en
acto de abnegación suprema, resolvió alejarse del país.
2.
ACCION EDUCACIONAL DE BERNARDINO RIVADAVIA
La
enseñanza de las primeras letras en 1820..
La
educación elemental, era sumamente precaria, Para ello, implantó el sistema lancasteriano
como medio práctico de solucionar el problema de la educación popular, organizó
el gobierno de la enseñanza primaria y creó la Sociedad de Beneficencia,
para incorporar a la mujer al movimiento de reforma social y extender, bajo el
control del Estado, la educación femenina.
La preocupación por extender la educación al
mayor numero de niños había tropezado hasta entonces con dos obstáculos: la
situación económica, que no permitía disponer de todos los recursos que
habrían sido necesarios para el sostenimiento de los establecimientos de
enseñanza, y la falta de educadores, era muy reducido el número de
personas capacitadas para dirigir las escuelas., al resolver en forma económica
el problema de la falta de educadores, permitió realizar la anhelada extensión
educativa, capacitando a mayor número de individuos para la vida social. el
Cabildo de Buenos Aires resolvió a fundar una escuela modelo y a instruir en el
sistema lancasteriano a los preceptores de la ciudad. originó muchos
conflictos. El más importante fue promovido por los "maestros ayudantes
eran los que, secundando a los maestros, practicaban la enseñanza preparándose
así para presentarse luego a examen, con la aplicación del sistema, fueron
reemplazados por los "monitores". Otro conflicto. Estos conflictos y
las resistencia que le opusieron los preceptores determinaron, en 1821, el
alejamiento de Buenos Aires del introductor del sistema Lancaster. Es indudable
que la implantación del sistema de Lancaster permitió dar uniformidad metódica
a la enseñanza elemental, que hasta entonces había vivido librada al criterio
particular de cada preceptor. Además, hizo posible la extensión de la educación
a la campaña. Pero también es indiscutible que el sistema contribuyó a provocar
la crisis que, inmediatamente después del alejamiento de Rivadavia, se produjo
en la enseñanza de las primeras letras.. Durante su presidencia, Rivadavia
continuó la obra que había comenzado como ministro, completando el andamiaje
administrativo de las escuelas de primeras letras. 1826, con el propósito de
mejorar el magisterio, determinó que para elejercicio de la docencia era
preciso acreditar "moralidad e inteligencia eu el sistema de la enseñanza
mutua" y comprometerse a no abandonar el puesto, aun con permiso, sin
dejar a alguna persona
competente
que lo reemplazase. La fecundidad educacional de la época de Rivadavia, permitió
un desarrollo extraordinario de la enseñanza de las primeras letras: al
comenzar el gobierno de Martín Rodríguez, la provincia, tenía un total de 14
escuelas públicas; al abandonar Rivadavia la presidencia, el número de escuelas
ascendía a 49. Esta obra fue destruida en la época siguiente: la anarquía y la
tiranía des-organizaron el régimen escolar, llevando la educación pública a un
estado de decadencia que había de prolongarse hasta 1853. La fundación de la Sociedad de Beneficencia,
un hecho de extraordinarias consecuencias. Impulsó la acción de la mujer en un
ámbito más amplio que el círculo de la vida familiar y, por ese medio, buscó
que su influjo se hiciera sentir en la sociedad provocando un mejoramiento en
las costumbres que, en los años de la revolución, se habían ido relajando como
resultado de las continuas alternativas políticas. señaló una nueva orientación
en la educación femenina que se
efectuó
bajo el control del Estado. Hasta entonces,. Para las clases pudientes existían
las maestras particulares y el monasterio de Santa Catalina, pero las niñas de
familias pobres quedaban al margen de esta acción educacional. que la extensión
de la educación a las niñas de las clases menesterosas fuera la preocupación
fundamental de la Sociedad.
las escuelas de niñas y todo establecimiento dirigido al bien de la
mujer", iniciaron la creación de escuelas, establecieron los reglamentos
que debían regir la vida de esos establecimientos y determinaron los deberes y
derechos que implicaba la superintendencia que la institución ejercía sobre
ellos. trató de resolver el problema de la falta de maestras; para ello fundó
en la parroquia de Monserrat un colegio de enseñanza superior, con el propósito
de que en sus aulas se formaran las futuras educadoras.. Colegio de Ciencias
Morales ocupó un lugar importante la organización de la enseñanza secundaria,
que intentó estructurar en dos escuelas paralelas: Colegio de Ciencias Morales
para la instrucción clásica y Colegio de Ciencias Naturales para la instrucción
científica. J La falta de elementos y materiales no permitió que se concretara
este intento rivadaviano de bifurcación de la enseñanza secundaria. Sólo pudo
fundar, el Colegio de Ciencias Morales, El país, de acuerdo con el pensamiento
de Rivadavia, necesitaba "no sólo hombres de ciencia, sino hombres
preparados para la vida social y política". el nuevo establecimiento no
debía limitarse a ser un instituto de instrucción preparatoria: debía aspirar a
ser un colegio de educación física, social, moral y clásica. Preocupación de
Rivadavia fue darle un carácter nacional al nuevo establecimiento, extendiendo
sus beneficios a toda la
República a fin de convertirlo en una fuerza cooperadora de
la tarea de lograr nuestra unificación espiritual. concedió becas completas,
para costear la educación, ropa y pensión, de seis jóvenes de cada una de las
provincias. el Colegio de Ciencias Morales se fue formando el sentimiento nacional
de la nueva generación La acción educadora privada, a cargo preferentemente de
profesores franceses e ingleses, comenzó a desarrollarse intensamente a partir
de 1825 y, según el apoyo que el público le prestó, tuvo una duración más o
menos prolongada Los ftanceses, tendieron esencialmente a la formación cultural
de los alumnos; los ingleses, en cambio, trataron de dar una formación eminentemente
práctica.
Los
profesores traídos de Francia por Rivadavia iniciaron su actuación alternando
el dictado de sus cátedras universitarias con lecciones privadas. la mayoría de
ellos establecieron "academias", en las que enseñaron disciplinas que
hasta entonces no se habían difundido entre nosotros. la Academia de lengua francesa
y teoría comercial; establecieron una Escuela de comercio la Academia clásica de
idioma. La señora Pierreclau, por su parte, fundó la primera Academia para
niñas, la enseñanza comprendía idiomas (castellano, francés e inglés),
aritmética, historia, geografía, dibujo, moral, filosofía, costura y bordado. ,
En 1827 la creación de establecimientos educacionales destinados a los niños y
niñas de la colectividad inglesa, con la creación de la Buenos Aires en la
que se aplicó el sistema lancasteriano.- la Academia literaria y comercial, que más tarde se
denominó
Academia
comercial inglesa, destinada a suministrar aquellos conocimientos que eran
indispensables para las operaciones mercantiles. a los varones se les enseñaba
matemática, geografía, idiomas, Caligrafía, correspondencia y teneduría de libros;
y las jóvenes aprendían gramática inglesa, escritura, aritmética y costura. la Academia Argentinaal
transformarse en Academia de las Provincias Unidas, introdujo la enseñanza de
la moral y de la doctrina cristiana. Desde ese momento dejó de ser frecuentada
exclusivamente por miembros de la colectividad inglesa y acudieron a sus aulas
los hijos de las principales familias de Buenos Aires. El establecimiento
privado que adquirió importante desarrollo fue el Ateneo,. El plan de estudios
del Ateneo, que se desarrollaba en tres años, comprendía la enseñanza de idiomas,
filosofía, historia, geografía y matemática. Cursadas estas materias, se
continuaba con las de la carrera comercial: teneduría de libros, cambio,
nociones de derecho y economía política.
3.
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Antecedentes
de su creación. El proyecto de establecer una universidad en la ciudad de
Buenos Aires se remonta a la época colonial se pensó destinar a su
sostenimiento las rentas producidas por los bienes que habían pertenecido a la Compañía de Jesús. su
creación, dispuesta por Real Cédula de 1799, no llegó a efectuarse.. Juan
Martín de Pueyrredón, propuso, la erección provisional de una universidad. A su
juicio, no era posible demorarla se contentaron con fundar el Colegio de San
Carlos. El proyecto del Director Supremo fue aprobado por el Congreso, pudo concretarse
durante la administración que, como gobernador de la provincia de Buenos Aires,
presidió el general Martín Rodríguez.
.
Para convertir en realidad el proyecto tantas veces postergado, Sáenz celebró
un acuerdo con el Consulado por el cual se convino
la
transferencia al nuevo establecimiento de las aulas de matemática, pilotaje,
comercio, inglés, francés y dibujo, y acordó que se reconocerían como
catedráticos de la universidad a los profeso-res del Instituto Médico. Redactó
el proyecto de organización de los departamentos y solicitó al gobierno que procediera
a designar a los prefectos que habrían de presidirlos. Por decreto 1821 se
efectuaron los nombramientos Se determinó, que por cada facultad, constituiría
el Tribunal Literario, cuya presidencia ejercería el rector, cambio en la
constitución del ministerio, que llevó a la cartera de gobierno a Bernardino
Rivadavia, dio un nuevo impulso y espíritu
a
la creación, pasó a integrar el cuadro
general de las reformas culturales que se llevaron a cabo en ese momento
histórico. Erección y organización de la Universidad. Restablecida
la tranquilidad luego de las agitaciones del año 1820, el gobierno debía
cumplir uno de sus deberes primordiales: atender a la instrucción y educación
públicas. La fundación respondía, a una necesidad social y política: era una
reacción de la cultura contra la barbarie pone a la institución en posesión
"de todos los derechos, rentas, edificios, fincas y demás que han estado
aplicados a los estudios públicos y se han servido para sus usos, funciones y
dotación". Inaugurada 1821 'Seis departamentos integraban la universidad:
Departamento de Primeras Letras, que agrupaba veintidós escuelas elementales:
diez de la ciudad y doce de la campaña; Departamento de- Estudios
Preparatorios, constituido por cátedras de latín, francés, filosofía, fisicomatemática
y economía política; Departamento de Ciencias Exactas, que comprendía una
cátedra de dibujo y otra de geometría descriptiva; Departamento de Jurisprudencia,
integrado por las cátedras de derecho natural y de gentes y derecho civil;
Departamento de Medicina, formado por tres cátedras: instituciones médicas,
instituciones quirúrgicas y clínica médica y quirúrgica; Departamento de
Ciencias Sagradas, que abarcaba las cátedras de escritura, dogma y cánones,
pero cuya apertura quedó postergada hasta 1825. la organización de la
"universidad fue concebirla como promotora de un sistema general de
educación pública, que abarcaba todos los grados de la enseñanza: escuela
elemental, enseñanza secundaria y educación superior. Añadió la tendencia a
introducir una nueva orientación cultural, que alejase a la juventud de los
estudios puramente teóricos, que hasta ese momento habían sido los
predominantes Rivadavia. Reaccionando contra el método tradicional de enseñanza
que reducía la actuación del profesor al dictado o al comentario de un texto,
estableció 1823 cada profesor como
obligación preparar para
su
publicación las lecciones de su curso. debía constar de dos partes: la primera
destinada a la exposición de la teoría o doctrina que se enseñaba, y la segunda
dedicada a la historia de la respectiva facultad "desde su origen conocido
hasta el presente". Esta medida originó un movimiento bibliográfico
didáctico en 1823, continuó hasta 1827. Gracias a él han llegado
hasta
nosotros los cursos dictados los cuales permiten apreciar el contenido de la
ciencia en ese momento y el aporte de la Universidad misma a la ciencia.
4.
LA EDUCACION EN
LAS PROVINCIAS DEL INTERIOR
La
educación elemental. tuvo repercusión en el interior del país. Entre Ríos,
Corrientes, Córdoba,
Mendoza,
San Juan, Tucumán y Salta crearon escuelas oficiales de primeras letras y
constituyeron organismos encargados de dirigirlas. Corrientes afrontó el problema
de la formación del magisterio. Y en todas las provincias, las órdenes
religiosas continuaron sosteniendo escuelas elementales en sus conventos. A las
escuelas existentes en Santa Fe, Rosario y San Lorenzo, que tuvieron su sede en
los conventos de dominicos y franciscanos, se añadió la del Rincón de San José,
fundada por el padre
Castañeda,
concurrieron alumnos de toda la provincia además de la enseñanza de las
primeras letras, había instalado talleres de carpintería, herrería, relojería y
pintura. Era una verdadera escuela de artes y oficios. El franciscano anhelaba
ampliar las enseñanzas estableciendo aulas de latín, geografía, dibujo y
música. al retirarle el Cabildo la mensualidad con que lo ayudaba al
sostenimiento de la escuela, abandonó su obra la escuela continuó viviendo
pobremente y, perdiendo su amplitud inicial, Mansilla inició la difusión de
escuelas en la provincia de Entre Ríos. en favor de la educación fue la
disposición, puramente teórica, obligando a los comandantes de campaña a
establecer una escuela en sus respectivos distritos, a los padres a enviar a
ella a sus hijos y a los sacerdotes a "exhortar a los fieles sobre los
intereses de la patria y los principios de la pública beneficencia". Las
creaciones de establecimientos educacionales prosiguieron . En 1824, habiendo
comprobado que los maestros, "faltando a lo que está por decreto de la Soberana Asambleaprohibió
los castigos corporales. Estableció que la aplicación de "las penas
bárbaras de los azotes y palmeta para corregir a los alumnos" sería
castigada con la expulsión del maestro si lo era de una escuela pública; si lo
era de una particular, la infracción determinaría la clausura del
establecimiento. Corrientes comenzó la creación de escuelas elementales
oficiales con Ferré, 1825, estableció la obligatoriedad escolar, disponiendo
que "los alcaldes de barrio obligarán a los padres de familia a mandar sus
hijos a la escuela, y en caso de que se muestren remitentes, lo notificarán al
jefe de policía para que éste pueda hacer cumplir esta disposición". afán
de Ferré por extender la instrucción pública a todos los lugares de la
provincia lo llevó a abordar la cuestión de crear el cuerpo docente. se
preocupó por asegurarle "una carrera tan segura como honorable, en la que
los empleos no sean acordados sino a los talentos, y que las recompensas sean
el premio de los talentos". La acción educacional desarrollada la
sintetizó en su mensaje: "El gobierno ha creído que un templo y una escuela
en cada aldea debían ser los mejores
monumentos
que la provincia levante a la libertad". En Córdoba la educación recibió
nueva vidageneral Juan Bautista Bustos. Comenzó creando, en 1822, la Junta Protectora
de Escuelas. tuvo como misión la de fundar una escuela de primeras letras en
cada curato de campaña, adaptar a las necesidades de la provincia el sistema
lancasteriano y formar un fondo propio para el sostenimiento de los
establecimientos educacionales. la difícil situación económica obligó a la clausura de algunos de ellos. La
enseñanza secundaria. Córdoba y Mendoza, con sus colegios de Monserrat y de la Santísima Trinidad ,
fueron las únicas provincias que tuvieron establecimientos, oficiales de
estudios preparatorios. se efectuaban en las aulas de latinidad y de filosofía
que funcionaron en los conventos.
CAPITULO
4
(1827
-1852)
Entre
los años 1820 y 1826 las provincias argentinas fueron organizando sus
instituciones, adoptando el régimen que prefirieron los caudillos que las
dominaban. poseía la autoridad de tal, al margen de los actos jurídicos... Lo
fundamental era la obediencia que había conquistado por sí, De aquí prove-
nía
la convicción, de que el caudillo era el defensor de sus auténticos intereses,
luchaba contra la tendencia cenfralizadora y las ideas e instituciones que
quería imponer la minoría liberal de Buenos Aires. halagaron a las masas y, una
vez apoderados de las poblaciones, lucharon por mantenerlas se-
gregadas.
Rosas destempla la fibra de la montonera sacrificando los caudillos que lo
levantaron; disciplina ejércitos de línea; arma a los indios salvajes; y dirige
al pobre contra el rico, al gaucho contra el hombre de ciudad, al mazorquero
contra el militar, desmonta, la estructura social y lo nivela todo bajo la
única noción inoculada en las masas: la terrible magnitud de su persona".
ese momento de nuestra historia fue siniestro para la libertad y la cultura.
1.
LA EDUCACION EN
LA EPOCA DE
ROSAS
Acción
antirrivadaviana. La caída del régimen presidencial de Rivadavia, como
consecuencia de la sanción de la Constitución de 1826, Segurola, Inspector General
de Escuelas. entregó el gobierno de la educación elemental a un funcionario
dependiente del ministro de Gobierno,le hizo perder la jerarquía técnica, moral
y administrativa que le había dado la organización rivadaviana. Suprimió
escuelas, por considerarlas innecesarias; destituyó preceptores, por conceptuarlos
ineptos para el ejercicio de la docencia; restableció los cargos de ayudantes,
por juzgarlos necesarios pero, en el fondo, para anular el sistema
lancasteriano; reimplantó como textos oficiales dos libros que mandó
reimprimir: Lecciones de moral cristiana y el Catecismo del padre Astete. La
ascención de Rosas al poder 1829) prometía el imperio de la ley y la iniciación
de una época de paz y tranquilidad. La salud de la provincia es mi única
aspiración y el bien, el reposo y la seguridad de todos mi principal
desvelo". inició su gobierno fomentando la explosión del odio contra sus
adversarios políticos, Carlos Ibarguren, "la sociedad, modelada por la
tiranía, ofreció el aspecto uniforme de un inmenso rodeo humano, bien amansado,
del mismo pelo y de la misma marca. Para todos un único color, idéntica divisa,
librea semejante, exacta manera de llevar el bigote, iguales formas repetidas
con incansable tenacidad. El mismo sello impreso en los cuerpos doblegados y en
las almas sumisas". 1831Rosas inició su política de uniformación de la
sociedad, no olvidando la educación. Su primera tentativa en este sentido fue
la de "uniformar" a los educadores desde el punto de vista de su
ideología. ordenándole que, en toda propuesta para la designación de maestros,
debía adjuntarse una nota especificando las cualidades del candidato su adhesión
a la causa federal".: debía agregarse un certificado que comprobara que el
candidato satisfacía las condiciones exigidas. Lo mismo a los maestros en ejercicio,
para continuar desempeñándose en el cargo. Idéntica uniformación ideológica se
pretendió imponer en la Universidad.
se produjeron numerosas cesantías de profesores, designándose para
reemplazarlos a personas que tenían un solo mérito: la educación implicó el
decreto de 1832, que obligó al uso del distintivo punzó a todos los empleados
públicos. Los educadores se mostraron negligentes en el cumplimiento de esta
orden. 1835, se precisó la disposición especificando que todos los preceptores
y alumnos, de las escuelas públicas y privadas, debían usar el distintivo en la
forma prescripta, era el "distintivo de su adhesión a la causa de los
libres desde la infancia se acostumbra a los niños a la observancia de las
leyes del país, y por ello al respete debido a las autoridades, esta impresión
quédales grabada de un modo indeleble, y la patria puede contar con ciudadanos
útiles y celosos defensores de sus derechos". "Los niños
deben
ser educados según las miras políticas que el gobierno se propusiera en
beneficio del Estado, para que pueda fundarse la esperanza de que lo
sostengan". Todas estas disposiciones, orientadas a intensificar el
control del gobierno sobre las actividades educacionales, respondieron en el
fondo al deseo de utilizar las instituciones educativas como medios para lograr
la más completa uniformación mental de la sociedad. La acción educadora oficial.
Los sucesivos reajustes del presupuesto escolar determinaron que se fueran
clausurando escuelas de primeras letras, en la ciudad como en la campaña. el
golpe de gracia para la educación, en todos sus grados, lo dio la disposición
gubernativa
1838,
que borró del presupuesto los sueldos de los educadores. los educadores debían
"exigir de los padres o deudos de cada uno de sus alumnos, la cuota que
corresponda para subvenir el pago de la casa, maestros, monitores y útiles de
cada escuela". el alumno que no entregase "la suma que le sea asignada
sea despedido los casos en que no alcanzaran las cantidades abonadas por los
padres o deudos para el sostenimiento de los establecimientos disponían que se
clausurase la escuela. la educación elemental sufrió un terrible retroceso. Se
clausuraron la mayoría de las escuelas Idéntico retroceso sufrió la educación
de la mujer, la Sociedad
de Beneficencia, por falta de recursos, tuvo que clausurar sus escuelas. la Universidad , su
destino lo sintetizaron Nada se crea, nada se intenta crear durante este
período, el retiro de toda protección oficial: No es de extrañar, que vencida
la tiranía, se hiciera indispensable restituir las instituciones educativas al
estado en que se encontraban antes La enseñanza secundaria y la iniciativa
privada. Durante el gobierno del general Juan José Viamonte,
se
había refundido el Colegio de Ciencias Morales La nueva expulsión de los
jesuítas ordenada por Rosas en 1842 no implicó la clausura del colegio,
continuó bajo la denominación de Colegio Republicano Federal Protegido y subvencionado
por el gobierno, recibió los gabinetes de física y quí-
mica
que había hecho traer al país Rivadavia. Su plan de estudios comprendió tres
grupos de asignaturas: idiomas, literatura y ciencias, y bellas artes. Rosas no
se preocupó por reglamentar el funcionamiento de estos colegios y los
certificados que expidieron fueron aceptados por la Universidad sin
contralor alguno. Durante la tiranía se apagó la vida intelectual en el país,
pues escritores, poetas, educadores, profesionales y todo aquel que no era
"notoriamente adicto a la santa causa de la federación" tuvo que
abandonar el país y refugiarse en el extranjero. un doble aspecto: tendió a
poner en evidencia la incultura y la barbarie imperante en el país intentó levantamientos e invasiones con el
propósito de derrocar a la tiranía. . La propaganda en favor de la
educación, en la que se destacaron Esteban Echeverría, en Montevideo, y Domingo
Faustino Sarmiento, en Chile, sostuvo que la educación argentina, para ser
digna de la tradición de Mayo, debía buscar su apoyo en la libertad. Rosas
desde el destierro, 1872, decía: "Por la enseñanza libre la más noble de
las profesiones se convierte en arte de explotación en favor de los
charlatanes, de los que profesan ideas falsas subversivas de la moral o del
orden público. La enseñanza libre introduce la anarquía en las ideas de los
hombres, que se forman bajo principios opuestos o variados al infinito. Así el
amor a la patria se extinguirá, el gobierno constitucional será imposible,
porque no encontrará la base sólida de una mayoría suficiente para seguir un
sistema en medio de la opinión pública confundida, como los idiomas en la torre
de Babel"."en la hora memorable de Caseros, convocados para constituir
la nacionalidad soñada en el destierro, acudieran con luces nuevas, trayendo
todos, cada cual a su manera, un fragmento de patria en el corazón, una chispa
de luz en el cerebro
2.
LA EDUCACION EN
EL INTERIOR
común
de nuestra historia ha sido presentar a los caudillos como típicos exponentes
de la barbarie, debido a la influencia de Sarmiento, no es rigurosamente
exacta, pues así como hubo caudillos con tendencias vandálicas y disolventes,
también los hubo cultos y progresistas que realizaron verdaderos
esfuerzos
por organizar las provincias a su cargo, dándoles una constitución, fundando
establecimientos educacionales y favoreciendo el desarrollo y la difusión de
las más variadas manifestaciones culturales. Urquiza, el organizador de la Nación , fue un caudillo.
que muchos de ellos siguieron gobernando sus provincias, ya en pleno régimen
constitucional. Y junto a caudillos que secundaron la gigantesca obra de
organizar al país, no hubo una diferencia fundamental en el
panorama
educacional del país antes y después de 1852. en algunas provincias la
educación continuó casi completamente abandonada por sus gobiernos; en otras,
en cambio, siguió recibiendo nuevos impulsos y se fueron echando las bases de
su organización, que sólo alcanzaría pleno desarrollo en la
época
constitucional. Nuevo impulso recibió la educación elemental con el gobierno de
Urquiza. Se crearon nuevas escuelas primarias, empezaron a funcionar
establecimientos particulares y se constituyeron, en casi todos los partidos de
la provincia, comisiones inspectoras para vigilar el funcionamiento de las
escuelas y comisiones protectoras encargadas de remediar las necesidades más
apremiantes de la educación y levantar suscripciones populares destinadas a
reunir fondos para construir edificios escolares. se agregó la tarea de
organizarías, El Reglamento de Marcos Sastre. La definición de la función
pedagógica de la escuela y del maestro apareció claramente especificada,
(1809-1867),
Reconociendo
la influencia que la educación y la escuela tienen en la formación del
carácter, determinó que la escuela debía tender a modelar el carácter del
futuro hombre. Para cumplir tal misión, la educación debía preocuparse por
orientar las inclinaciones naturales del niño, no contrariando sus sentimientos
naturales, en especial el de la justicia, la educación debía corregir los defectos
del pequeño, cuidando siempre, sin embargo, de obrar con la mayor prudencia.
concepción educativa llevaba, lógicamente, a la abolición de los castigos
corporales, También llevaba a la supresión de los premios de valor, de los
honores y condecoraciones el maestro fue tenido en cuenta en el Reglamento, ser
maestro o ayudante se establecieron como requisitos indispensables:
"profesión de fe católica, buenas costumbres, buen carácter e instrucción
suficiente". debían ser designados, previo examen o concurso efectuado
ante las comisiones inspectoras Como obligaciones del maestro se especificaban:
puntualidad, dedicación y asistencia constante. se estableciera como regla para
su desempeño: "Todo lo relativo a su profesión, que pueda hacerse fuera de
las horas de escuela, no lo hagan dentro de ella; y no hagan en la escuela nada
que no sea dirigir o enseñar a sus discípulos". del contenido de la enseñanza,
se estableció una diferencia según se tratase de escuelas elementales que
funcionaran en ciudades o en la campaña. En las primeras la enseñanza debía
comprender: doctrina cristiana explicada e instrucción preparatoria para
recibir los sacramentos, moral y urbanidad, lectura,
escritura,
elementos de aritmética comercial y gramática castellana. En las escuelas de la
campaña se debía reducir la aritmética a la enseñanza de las cuatro operaciones
fundamentales.Junto a estas disposiciones, el Reglamento contuvo otras referentes
a cuestiones administrativas, tales como las que se ocupan de los registros que
debía llevar cada maestro. Marcos Sastre determinó también la edad escolar,
fijando sus límites entre los siete y quince años para los varones y los seis y
catorce para las niñas, reconociéndose a las comisiones inspectoras la facultad
de establecer excepciones en determinados casos. Se fijó, además, la cuota de
ocho reales que cada alumno debía abonar mensualmente por la enseñanza, pero al
mismo tiempo se eximió de todo gasto a aquellos que certificaran su pobreza.
Establecióse que, cuando por la distancia de sus hogares los niños no pudieran
frecuentar regularmente la escuela, sus padres debían colocarlos como pupilos
del maestro. Pero con el objeto de hacer posible aun en estos casos el
cumplimiento de la obligatoriedad escolar por parte de todos los padres, en los
casos de indigencia de los padres el gobierno pagaría la pensión correspondiente,
debiendo los niños ocuparse en sus horas libres en el cultivo del huerto o en
el desempeño de un oíicio, bajo la dirección del maestro, con el objeto de
costearse las ropas y sufragar
los
demás gastos. Finalmente, estableció la duración de la jornada escolar en seis
horas para los varones y siete para las niñas, distribuidas en dos turnos, de
mañana y de tarde, y fijó el período de vacaciones entre el 22 de diciembre y
el 6 de enero. La enseñanza secundaria. siguieron siendo los centros más importantes
para cursar los estudios preparatorios. Corrientes, por iniciativa del
gobernador Ferré, sancionó leyes ordenando la creación de un instituto de
enseñanza secundaria,
no
se concretaron por falta de recursos y se redujeron, en 1842, a la inauguración de
un aula de latinidad. Basado en ella, se estableció, en 1850, el Colegio
Argentino, que favorecido por los sucesivos gobiernos tuvo vida próspera hasta
su nacionalización (1860). Urquiza en el gobierno de Entre Ríos tendió a
favorecer la educación de la juventud, Su primera creación en el campo de la
enseñanza secundaria fue el Colegio de Estudios Preparatorios, de Paraná, cuya
organización confió en 1848 al presbítero Manuel María Erausquín. Todas las
gestiones fracasaron y, a poco de fundado, el nuevo establecimiento comenzó a
decaer.
3.
EL PENSAMIENTO POLITICO-EDUCACIONAL
DEL
ROMANTICISMO ARGENTINO
Esteban
Echeverría (1805-1851), después de cursar algunos años en el Colegio de
Ciencias Morales, abandonó sus estudios cuando contaba apenas dieciocho años.
tiempo se familiarizó con las tendencias ideológicas y literarias del
romanticismo entonces en boga, le revelaron la existencia de un mundo nuevo. En
1830 retornó al Plata, donde introdujo el romanticismo literario y el
liberalismo político. Fue uno de los principales animadores del Salón Literario
fundado en 1837 en la librería de Marcos Sastre, entidad que originariamente se
preocupó por las lecturas y polémicas litera-rias pero que pronto derivó sus intereses
hacia los temas económicos y políticos. Clausurado por Rosas, sus miembros se
organizaron en la sociedad secreta Asociación de Mayo, que se propuso
restablecer la continuidad de las auténticas tradiciones nacionales. Su
pensamiento político-educacional lo expuso Echeverría en el Dogma socialista y
lo completó en su discurso sobre Mayo y la enseñanza popular en el Plata,
Cartas a De Angelis y Manual de enseñanza moral para las escuelas primarias del
Estado Oriental. En el Dogma socialista (1839), confluyeron diversas influencias.
Por un lado, corrientes ideológicas típicamente europeas el cristianismo
místico de Lamennais, la inspiración republicano-democrática de Mazzini y el
socialismo romántico de SaintSimon con las que Echeverría estuvo en contacto
entre 1825 y 1830. Por otro lado, el sentido histórico de su generación,que
sintiéndose continuadora de la generación de Mayo, le hizo atenuar su
socialismo romántico y adaptarlo a la realidad nacional. Según Echeverría, la
sociedad "es la condición forzosa de toda civilización y de todo
progresoLa sociedad no debe absorber al ciudadano o exigirle el sacrificio
absoluto de su individualidad. El interés social tampoco permite el predominio
exclusivo de los intereses individua-
les".
La perfección de la sociedad, que "está en razón de la libertad de todos y
de cada uno", sólo puede ser asegurada por un régimen democrático. era
indispensable retornar al culto de Mayo y a las olvidadas tradiciones de la Revolución La
democracia como tradición es Mayo, progreso continuo. La democracia como
principio, la fraternidad, la igualdad y la libertad. La democracia como
institución conservatriz del principio, el sufragio y la representación en el
distrito municipal, en el departamento, en la provincia, en la república".
Los hombres de MayoTriunfó la causa de la libertad pero no se aniquiló por
completo "el espíritu de las tinieblas", sustentando en las tradiciones
retrógradas del régimen antiguo. Es que no se había logrado la emancipación
mental, ya que las costumbres y la legislación españolas continuaban trabando
el movimiento progresivo de la
Revolución. la democracia "exige acción, innovación,
ejercicio constante de todas las facultades del hombre"; proclama, al
igual que la filosofía moderna, "la independencia de la razón"; nos
quiere "sumisos a la ley"; requiere de nosotros "una educación
conforme a la dignidad de hombres libres"; nivela todas las condiciones y
"nos dice que no hay más jerarquías que las que establece la ley para el
gobierno de la sociedad"Educarlo al pueblo, morigerarlo, será el modo de
preparar los elementos de una legislación adecuada a nuestro estado social y a
nuestras necesidades". Educación y democracia. La educación, en última
instancia, era para Echeverría el medio de lograr la emancipación del espíritu
americano, pues ella, al emanciparnos de las tradiciones coloniales, nos haría
verdaderamente libres. Hasta ese momento éramos "independientes, pero no
libres". Esta idea Echeverría y la enseñanza popular en el Plata,
pronunciado en Montevideo el 25 de mayo de 1844. Sostuvo allí que sólo una
transformación
superficial,
epidérmica, fue la que experimentó el país como consecuencia de la Revolución de Mayo.
Ello se debió a que el principio de la democracia, nueva fuerza motriz que
comenzó a ser. el móvil regulador de la vida social, no se había incorporado a
la educación. Un pueblo, en el sentir de Echeverría, no puede ser transformado
"de un soplo, no cambia sus hábitos, sus modos de ver y de sentir, sino
después de una larga y laboriosa educación". El pueblo se extravió, porque
no lo educaron para la nueva vida social inaugurada en Mayo, para la democracia".
Finalmente, el Manual de enseñanza moral (1846) —escrito en Montevideo, respondió
a la necesidad didáctica de divulgar el nuevo "credo social" y los
nuevos principios sobre educación moral que, de acuerdo con la doctrina de
Mayo, debían implantarse en la educación pública. Por eso fue una exposición de
los deberes principales del hombre y del ciudadano" de un régimen
democrático. Finalidad de la educación pública. El problema argentino fue visto
por Echeverría como un problema esencialmente educativo: había que formar al
pueblo para la democracia, que no es una forma de gobierno sino "el
régimen de la libertad, fundado sobre la igualdad de clases". Era menester
que esos establecimientos tuvieran un fin social dado y reconocido, pues la
misión del Estado "no es instruir por instruir únicamente, sino educar con
una mira de progreso y de sociabilidad es necesario, que todo establecimiento
educativo satisfaga dos condiciones: en primer lugar, que sus enseñanzas
"sean esencialmente prácticas, que nada tengan de especulativo, de
irrealizable"; en segundo término, que estén animadas del espíritu
democrático, que es el principio de vida de nuestra sociedad objeto supremo de
la educación pública fue, para Echeverría, la educación para la democracia,
vale decir, la educación para la libertad. Educación del pueblo para la democracia
debía ser, a su juicio, "la bandera, el símbolo, la religión social de los
hombres de inteligencia de ambas orillas del Plata".
CAPITULO
5
ORGANIZACION
NACIONAL (1852 - 1862)
La
tarea de organizar a la Nación ,
después de la batalla de Caseros que derribó la tiranía de Juan Manuel de
Rosas, llevó a un nuevo planteamiento del problema politicosocial que, hasta
ese momento, se había centrado en una oposición entre federales y unitarios.
1.
IDEAS DE JUAN BAUTISTA ALBERDI
Las
"Bases" y la organización del país. A mediados de 1852, Juan Bautista
Alberdi (1810-1884) publicó en Valparaíso su libro Bases, el que, sintetizando
el ideario y las aspiraciones de los argentinos proscriptos durante la tiranía
de Rosas, señaló los"puntos de partida para la organización política de la República Argentina "
y sirvió de inspiración a los constituyentes de 1853. La constitución a
dictarse debía partir de la situación del país, cuya independencia estaba
asegurada. Por tanto, no debía cerrar al país a la acción civilizadora de
Europa.. La planta de la civilización no se propaga de semilla. Es como la
viña, que prende y cunde degajo".
se propusieran los fines más convenientes para
nuestro país, los cuales eran, para Alberdi, los que asegurasen el
engrandecimiento material y moral de nuestro pueblo. El establecimiento de
estos fines esenciales haría de la constitución a dictarse un instrumento de
civilización y de cultura.
Fijados
los fines que debía proponerse la constitución, Alberdi se ocupó de señalar los
medios que permitirían alcanzarlos. Uno de ellos lo centró en la educación del
pueblo. Sus ideas sobre educación. Los hombres de Mayo, a juicio de Alberdi,
tuvieron un noble empeño: elevar a las clases populares a la altura que
requiere un régimen democrático de gobierno. Para ello, trataron de difundir la
cultura por medio de la instrucción. Y al hacerlo, olvidaron que más que
instrucción nuestro pueblo necesitaba educación, que no se logra con la
creación de establecimientos educativos sino "se opera por la acción espontánea
de las cosas la instrucción es el medio de cultura de los pueblos ya
desenvueltos, la educación por medio de las cosas es el medio de instrucción
que más conviene a los pueblos que empiezan a crearse".
La
acción civilizadora de Europa fue considerada por Alberdi como el medio
esencial de educación requerido por nuestro país. De ahí sus afanes por fomentar
la inmigración europea —"gobernar es poblar el inmigrante europeo nos
podía traer "más civilización en sus hábitos que luego comunica a nuestros
habitantes, que muchos libros de
filosofía".
Estas ideas justifican la fervorosa defensa que hizo Alberdi de la inmigración
proveniente de pueblos civilizados, pues ella educaría a nuestro pueblo,
aclimatando con la cultura la libertad, y nos enseñaría a crear hábitos de
orden, de disciplina y de trabajo. reconociendo al extranjero el uso de sus
derechos naturales, estableciendo la libre circulación de los hombres, las
ideas y las cosas, dándole, sin distinción de razas ni de creencias, reales y
efectivas garantías materiales y morales. Para complementarla, era necesaria la
instrucción, pero una instrucción tal que implicara una franca rectificación de
la orientación hasta entonces dominante. Era menester dejar a un lado el
cultivo de las disciplinas filosóficas, reemplazándolas por el conocimiento de
las ciencias prácticas y aplicadas, porque los planes de estudios desterraran,
ante todo, el latín y, en su lugar, obligaran al aprendizaje del inglés,
"idioma de la libertad, de la industria y del orden", e impusieran el
estudio de las ciencias y artes aplicadas y conocimientos prácticos, que
brindaran una utilidad material e inmediata.
2.
LA ACCION
EDUCACIONAL EN EL ESTADO
DE
BUENOS AIRES
Reorganización
de la enseñanza. Vencida la tiranía en la batalla de Caseros (3 de febrero de
1852) surgió una preocupación fundamental en el orden educativo: retrotraer las
cosas a la situación en que se hallaban antes de que se iniciara la tiranía.
Sin embargo, en Buenos Aires pocos fueron los progresos educativos en los
primeros años, pues hasta que Sarmiento comenzó a actuar, la educación se
debatió en medio de la mayor desorientación. 1838, Restituyeron a la Sociedad de Beneficencia
las atribuciones que Rivadavia le había conferido al fundarla. Crearon el Ministerio
de Instrucción PúblicaIntentaron reorganizar la Universidad y
proyectaron la creación de una escuela normal y otra de comercio. Pero todos
estos propósitos fracasaron: En 1863 el Colegio Seminario y de Ciencias Morales
sirvió de base para la fundación del Colegio Nacional. 1865, fue creado el
Seminario Conciliar
de
Buenos Aires Desde el momento de su llegada a Buenos Aires, Sarmiento fue el
centro y el impulsor de toda la acción educacional de la provincia. Desde el cargo
de Jefe del Departamento de Escuelas, para el que fue designado, desarrolló una
actividad extraordinaria que abarcó todos los aspectos de la vida escolar.
Formación del fondo de escuelas, edificación de locales escolares adecuados,
mejoramiento de la idoneidad del magisterio, provisión de material didáctico,
fundación de la primera publicación pedagógica del país, fueron las cuestiones
por cuya solución luchó sin descanso. Su actuación fue la ejecución de las
ideas que había expuesto durante su exilio y el anticipo del programa
educacional que, años después, desarrollaría desde la primera magistratura del
país.caída la tiranía no se hizo más en la reconstrucción del edificio de la
educación pública, que satisfacer, rehabilitando la tradición ilustrada, el
voto del pueblo que echaba en cara al tirano, como el mayor de su delitos, el
haber cerrado las escuelas". Sin embargo, pese a su desarrollo, la
educación carecía de base sólida, pues el Estado nunca podría "con rentas
que están calculadas para otros fines, ir a la par del desenvolvimiento
natural" de los establecimientos educacionales. dotar a la educación de
rentas propias, lo que obtuvo con la ley 1857 se preocupó de que las escuelas
tuvieran edificios adecuados, no sólo por conveniencias desde el punto de vista
educativo sino también por razones de higiene y de ornato.
1858,
dotó a la ciudad de dos edificios escolares, monumentales para su época
—Catedral al Norte y Monserrat— e hizo posible la construcción de casas para
escuelas en las poblaciones de Quilmes, San Justo, San Martín, San José de
Flores, Baradero, Morón, Merlo, San Fernando, Bahía Blanca, Las Flores,
Chivilcoy, Navarro, etcétera. La falta de preceptores, sensible especialmente
en las escuelas de la campaña, determinó que en 1856 se proyectara la creación
de dos escuelas normales, una de maestros y otra de maestras, con el fundador
de la primera escuela normal de Sudamérica— adoptó una actitud para muchos
inesperada: auspició con todo entusiasmo la creación de la escuela de maestras
y consideró que, por largo tiempo, no debía pensarse en formar a los varones
para el magisterio. Su franco apoyo a la escuela normal de mujeres es
fácilmente comprensible: consideraba a la mujer más apta que el hombre para la
enseñanza, las mujeres son más permanentes en el ejercicio de su profesión, ya
que "no tienen como los hombres ocupaciones más productivas que las que le
proporciona la enseñanzase dedicó a crearlas en todo el territorio de Buenos
Aires. De inmediato se consagró a mejorarlas y, para ello, se preocupó por
mejorar el magisterio y la enseñanza. Para mejorar la enseñanza era
indispensable reemplazar los viejos textos. La acción que desarrolló en este
sentido impulsó la publicación de nuevos libros escolaresLecciones de
ortografía, Lecciones de gramática, etcétera. Al mismo tiempo, hizo adoptar en
las escuelas La conciencia de un niño y La vida de Jesucristo, que en 1844
había publicado en Chile, con el objeto de iniciar a la niñez en la instrucción
religiosa
y
en la moral cristiana. Pero era necesario mejorar también el magisterio y
formar una opinión favorable a la acción educacional sólo había una solución:
formarlo. A ello y a dotar a los educadores de los medios para mejorarse,
tendió la fundación de los Anales de la Educación Común ,
primera publicación pedagógica que tuvo el país. En sus páginas tuvieron cabida
informes, memorias, artículos sobre cuestiones de enseñanza y todo lo que se
relacionaba
con
la vida de las escuelas. 1860 sintetizó: Tal como se presenta la educación
pública en Buenos Aires es ya la más adelantada de la América del Sud, por la
erección de numerosos edificios, por la perfección de sus métodos, por la
belleza de sus implementos y por la buena condición, eficacia y baratura de sus
textos de enseñanza. Si en adelantos materiales, en ferrocarriles, puentes,
muelles, hemos apenas iniciado al país en los progresos de nuestra época, en
educación pública podemos lisonjearnos de mejores resultados relativos".Juana
Manso. Reincorporada a la vida argentina en 1853, la Educación Común ,
combatió por la causa de la educación popular. Opuesta a la escuela verbalista,
propagó las ideas de Pestalozzi y sostuvo la necesidad de una educación
integral. divulgó los principios froebelianos y defendió la difusión de los
jardines de infantes. Deseosa de mejorar la educación, luchó por crear una
opinión en favor del mejoramiento de la situación del magisterio. Es que creía
firmemente que para tener buenos maestros era menester
darles
un sueldo decente y rodearlos de consideración. También era preciso, mejorar la
enseñan-
za.
Para ello era necesario recurrir a tres medios: basarla en el interés del
alumno, desenvolverla en torno de la actividad libre del niño y afianzarla
suavizando la disciplina. Propagandista de la instrucción de la mujer, encontró
el medio ideal para favorecerla con el establecimiento de bibliotecas
populares. Para ella, el libro era el amigo más leal de la mujer. completó su
intensa acción con la traducción de varias obras didácticas norteamericanas y
la publicación de un texto de historia de las provincias del Río de la
Plata. La Universidad de Buenos Aires. La
situación creada por la revolución de 1852, que mantuvo a Buenos Aires separada
de la Confederación ,
determinó que la
Universidad continuara como establecimiento provincial,
independiente de toda acción nacional. la Universidad continuó
careciendo de autonomía: era una dependencia del Esta-
do,
que gobernaba sus aspectos docentes y administrativos. No bastaba, sin embargo,
liberar la universidad de la tutela del gobierno. Para desarrollar realmente la
cultura, fomentar la elaboración de las ideas y favorecer el progreso
científico, era indispensable implantar la "libertad de estudios".
Libertad en un doble sentido: del maestro, para enseñar "según su doctrina
y su método"; del alumno para aprender "aquello que considere útil e
interesante". El proyecto de Gutiérrez fue recogido, en parte, por la asamblea
constituyente de la provincia, que sancionó la Constitución de 1873,
estableciendo el reconocimiento de la autonomía de la Universidad y
otorgándole independencia económica, docente, administrativa y científica.
3.
LA ACCION
EDUCACIONAL EN LA CONFEDERACION
ARGENTINA
La
educación primaria. Entre 1853 y 1860 las provincias de la Confederación Argentina
dictaron sus constituciones sancionando, en cumplimiento de la exigencia
impuesta por la
Constitución Nacional , el sostenimiento de su instrucción
primaria. en algunas provincias que, pese a lo reducido de sus recursos, se
esforzaron por organizar sus establecimientos de educación primaria. Otras, en
cambio, se mantuvieron en el mismo estado de abandono que se hacía tradicional.
.
En Entre Ríos, el Colegio de Concepción del Uruguay, que a raíz de la
federalización de la provincia quedó bajo la dirección de las autoridades nacionales,
adquirió carácter, orientación y
prestigio
Desde 1855 su plan de estudios, que comprendió la sección preparatoria
(gramática, lite-
ratura,
geografía, latinidad, matemática y dibujo lineal), estudios mayores
universitarios (filosofía, matemática aplicada, física, derecho civil, de
gentes y romano), estudios para la carrera del comercio (idioma y práctica
epistolar, geografía, matemática mercantil, teneduría de libros, inglés o
francés) y, como clases accesorias, música vocal e instrumental. su organización
y su régimen interno, disciplinario y económico. De ahí que el Colegio del
Uruguay fue en esa época el mejor organizado que tuvo el país. El Colegio de
Monserrat, también fue nacionalizado. Pero su carácter de casa de pupilaje
permaneció invariable. En mayo de 1854, el presidente Urquiza, teniendo en
cuenta la necesidad de facilitar a los hijos de todas las provincias la
posibilidad de seguir estudios en la Universidad , dispuso la concesión de cinco becas
a cada provincia. Y, en junio del año siguiente, aprobó un reglamento minucioso
organizando la dirección y disciplina del establecimiento, con el objeto de que
respondiera mejor a sus fines. En Tucumán se fundó, en 1857, el Colegio de San
Miguel, que aunque particular, era sostenido por el gobierno provincial. Las
dificultades que obstaculizaron la acción de sus directores, profesores
Pellisot y Labougle, obligaron a clausurarlo a los tres meses de su fundación.
reabierto en 1858 bajo la dirección
de
Amadeo Jacques, quien, teniendo en cuenta las necesidades del país, organizó
sus estudios en dos cursos: escuela o enseñanza primaria y colegio o enseñanza
secundaria. Jujuy, desde 1858, contó con el Colegio de Dolores, fundado por
iniciativa del sacerdote Escolástico Zegada, que tuvo mayores alcances que una
escuela común pues tendió a educar a las niñas
con
el propósito de que estuvieran en condiciones de desempeñarse como maestras. El
Colegio Argentino, que funcionó en Corrientes desde 1853 y que una vez
nacionalizado se transformó en Instituto Argentino, tuvo una breve y próspera
vida bajo la dirección de Antonio Zinny, hasta que la invasión paraguaya de
1865 determinó su clausura. Universidad de Córdoba. A cargo del gobierno de
Córdoba desde 1820, mantuvo, con ligeras modificaciones, el plan que le diera
el deán Funes en los primeros años de la Revolución.
Constituida la
Nación , en 1853, fue tomada a su cargo por el gobierno de
Paraná, que se preocupó fundamentalmente por aumentar las materias de enseñanza
y aprobar la "Constitución Provisoria para la Universidad Mayor
de San Carlos y Nuestra Señora de Monserrat, en la ciudad de Córdoba"
(1858). En realidad, la deficiencia de esta Universidad radicó en la falta de
separación entre los estudios universitarios y preparatorios. se impartían
enseñanzas propias de la escuela primaria y características de la enseñanza
secundaria, que no hacían sino entorpecer los estudios profesionales. La
solución de esta grave deficiencia se logró sólo con la acción de Mitre que, al
reorganizar el Colegio de Monserrat, permitió que la Universidad orientara
sus enseñanzas hacia el cumplimiento de sus propios fines.
CAPITULO
6
ORGANIZACION
NACIONAL (1862 -1880)
Entre
1862 y 1880, durante los gobiernos de Mitre, Sarmiento y Avellaneda, se llevó a
la práctica un amplio programa de gobierno, que prestó preferente atención a
los problemas de la educación pública. Las raíces de esta acción, que permitió
la estructuración de nuestro sistema educacional,
1.
MITRE Y LA
ORGANIZACION DE LA ENSEÑANZA SECUNDARIA
Fundamentos
de su acción educacional. Unificada la Nación después de medio siglo de luchas, el
panorama que presentaba la educación pública era lamentable, pues "la
parte activa e inteligente de la juventud había sido distraída con frecuencia
de sus tareas literarias por el ruido de las armas
1870,
Mitre, sintetizó las ideas que habían orientado su acción educativa durante el
ejercicio de la primera magistratura del país. Para él, la educación es un
servicio que la sociedad debe a los miembros que la componen, pues es necesaria
e indispensable para su existencia y su progreso. De ahí que considerase que
deber fundamental del Estado es propagarla sistemáticamente. Mas la
intervención estatal en la educación, para mantenerse fiel a la esencia del
sentimiento democrático, debe salvar el principio de la individualidad
dilatando la actividad del hombre, emancipándolo, haciéndolo más apto para la
vida social, mejorándolo física y moralmente. Tal intervención es "una
necesidad política en una democracia, porque la libertad del pueblo
es
lo que hace que la libertad sea fecunda, que la justicia sea buena, que el
gobierno sea poderoso en el sentido del bien y que las conquistas del derecho
se hagan ciencia y conciencia pública". un país nuevo se encaminaba hacia
una organización democrática, la educación asume en el sentir de Mitre, una
función aun más importante: es condición de vida, de orden y de progreso.
Las
graves dificultades económicas por que atravesaba el país obligaban al
desarrollo de una política educacional prudente: era menester aplicar los
escasos recursos a lo más indispensable y
urgente,
a fin de que su satisfacción resultara más equitativa y benéfica. Fomentar la
educación primaria que únicamente su difusión podía impedir que la ignorancia,
que subía y nos circundaba, venciese a la civilización. "Lo urgente, lo
vital, porque tenemos que educar a los ignorantes bajo
pena
de la vida, es robustecer la acción que ha de obrar sobre la ignorancia que nos
invade, velando de día y de noche, sin perder un momento, sin desperdiciar un
solo peso para aplicarlo al mayor progreso y a la mayor felicidad de la
sociedad, antes que la masa bruta predomine, y se haga ingobernable y nos falte
el aliento para dirigirla por los caminos de la salvación." Junto a las
escuelas primarias eran necesarios colegios secundarios que formaran una
minoría enérgica e ilustrada, habilitada para la vida social, por medio de la
cual el saber obrara sobre la masa de la ignorancia y permitiera que se
mantuvieran "las posiciones desde las cuales se gobiernan los pueblos
enseñándoles a leer y escribir, moralizándolos, dignificándolos hasta igualar
la condición de todos", objetivo e ideal de toda verdadera de la política
educacional que orientó la gestión estuviera inspiradapor la necesidad de
"que la inteligencia gobierne, que el pueblo se eduque, para gobernarse
mejor, para que la razón pública se forme, para que el gobierno sea la imagen y
semejanza de la inteligencia, y esto sólo se consigue elevando el nivel intelectual
y moral de los más instruidos y educando el mayor número de ignorantes, para
que la barbarie no nos venza".
La
creación del Colegio Nacional de Buenos Aires fue el punto de partida de la
organización de la enseñanza secundaria en la República y de la
difusión de la nueva institución educativa por el interior del país. Por
decreto del 9 de diciembre de 1864 se crearon colegios nacionales ,en
Catamarca, Tucumán, Mendoza, San Juan y Salta, determinándose que sus cursos
durarían cinco años y se ajustarían "al programa de estudios que rige en
el Colegio Nacional de Buenos Aires, que servirá de base, así como su
reglamento para él régimen interno". Al mismo tiempo, se designaron
comisionados encargados de instalar los colegios en representación del gobierno
nacional. Un paso más del gobierno nacional hacia la unificación de la
enseñanza secundaria, lo constituyó la creación de la inspección de colegios
nacionales. Después de prolongadas discusiones en el Congreso, que consideraba
ese cargo como una creación burocrática e inútil, el gobierno logró que en la
ley de presupuesto se autorizara su creación. Y, el 1 de febrero de 1865.
designó
para dicho cargo a José María Torres.
2.
PENSAMIENTO PEDAGOGICO Y ACCION EDUCACIONAL DE SARMIENTO
Sarmiento
y la educación. Creador de la escuela popular y del magisterio nacional, al
asumir la presidencia de la
Nación poseía precisas ideas educativas, formadas a través de
sus experiencias, sus lecturas y sus viajes. Toda su vida fue un educador y el
modesto título de maestro de escuela colmaba sus anhelos personales. "Ante todo, he sido durante mi vida maestro
de escuela, cualquiera que fuese el puesto que ocupase, hasta el más
encumbrado; hoy, representante
de la República Argentina ,
sigo siendo, principalmente, maestro de escuela, y si mis conciudadanos me
honran con su voto para regir los destinos del país, seré en la presidencia de la República , como siempre,
ante todo, maestro de escuela".
dirigiendo
la primera Escuela Normal de América latina, dotando a las escuelas de
silabarios y textos, reformando la enseñanza de la lectura y la ortografía,
modernizando los sistemas de enseñanza, impulsando el estudio del dibujo lineal
y publicando Educación popular (1849), verdadera enciclopedia sobre la materia
en la que sintetizó las experiencias recogidas en sus viajes por Europa y
Estados Unidos. empezó a presidir el desarrollo de la instrucción pública en la Argentina. organizó la
administración escolar y fundó escuelas en todos los lugares de San Juan.
Durante
su presidencia impulsó en forma extraordinaria la instrucción primaria, a la
que siempre consideró como "la grande obra de la generación presente y el
vasto teatro en que el talento, el corazón y el patriotismo pueden
ejercitarse"; definió con más precisión la finalidad de la enseñanza
secundaria, agregando a su función preparatoria la de servir a la ilustración
general, y la difundió con la fundación de nuevos colegios nacionales. Creó el
Colegio Militar con el fin de dar "nuevo prestigio y mayor contingente de
instrucción" al ejército, y la Escuela Naval para dar técnicos nativos a la
escuadra, cuya dotación inició. Creó la Academia de Ciencias, asignando a sus miembros la
tarea de explorar el territorio y estudiar las especies botánicas y minerales,
con el objetó de realizar un inventario de nuestra flora y nuestro subsuelo.
Dotó a los establecimientos de enseñanza de material didáctico, gabinetes de
física, laboratorios y colecciones de historia natural. Levantó el primer censo
escolar de la República. Creó
bibliotecas populares y subvencionó la publicación de todo libro útil.
Estableció la primera Escuela de Minas y las primeras cátedras de Instrucción
Cívica. Fundó el cuerpo de taquígrafos. Estableció cursos nocturnos en las
escuelas y organizó sesiones de lecturas públicas en los colegios. Contrató
maestros norteamericanos para nuestras escuelas normales y especialistas extranjeros.
Se ha dicho que la educación es mi manía. Las manías han hecho del mundo lo que
es hoy. Manía fue la libertad para pueblos que como el inglés, la conquistaron
en siglos con su sangre; manía fue la de la independencia, en la generación que
nos precedió, hasta dejárnosla asegurada. Sólo cuando una gran aspiración
social se convierte en manía, se logra hacerla hecho, institución, conquista".
El pensamiento pedagógico de Sarmiento, aunque careció de verdadera
originalidad en sus fundamentos filosóficos y en sus principios generales, tuvo
como característica principal su constante preocupación por adaptar
las
mejores soluciones de la pedagogía extranjera a las necesidades culturales del
país. la confluencia de dos corrientes: por un lado, la ideología de la
revolución francesa que, en su época, cristalizaba en la figura de François
Guizot; por otro lado, la obra del apóstol de
Massachusetts,
Horace Mann. La influencia francesa le dio las bases de su política
educacional; la norteamericana, además de infundirle el espíritu pestalozziano,
le permitió conocer el medio
de
garantizar el éxito de la obra educativa asegurándose la cola-
boración
popular.la concepción educacional de Sarmiento fue su fe inquebrantable en el
"poder redentor" de la educación. Con pleno optimismo creyó que por
medio de ella era posible modi-
ficarlo
todo: sacar al país de la barbarie, civilizarlo; constituir una nación de
hombres libres, dando a cada uno plena conciencia de sus derechos; morigerar
las costumbres del pueblo, preparándolo para el ejercicio de las virtudes
sociales. hizo descansar en la escuela su programa de transformación y
perfeccionamiento de la sociedad argentina. De ahí su preocupación por di-
fundir
la educación, convirtiendo a toda la república en una escuela. la educación era
la medida de la civilización de un pueblo. De ahí que su concepción educativa
tendiera a estructurar
nuestra
democracia en formación. Reconoció que la difusión de la educación en la masa
de habitantes de un país era indispensable para que cada uno pudiese
"abrirse honorablemente acceso
a
la participación de las ventajas sociales y tomar parte en el gobierno de todos
para todos su afirmación: "No hay república sino bajo esta condición, y la
palabra 'democracia' es una burla, donde el gobierno que en ella se funda,
pospone o descuida formar al ciudadano moral e inteligente". Misión del
maestro. La importancia que Sarmiento
asignó a la escuela, hizo que en su concepción pedagógica destacara la misión
del maestro, elemento esencial para lograr la educación del pueblo. Para él, el
maestro no debía ser "el miserable pedagogo condenado por su nulidad a
residir en un rincón despoblado para enseñar a deletrear a unos cuantos niños
desaseados y estólidos o más importante que la misión de enseñar a leer,
escribir y contar, es la que debe cumplir el maestro llevando "a las
extremidades de la vida intelectual y al
medio
del desierto la cultura que se agita en los centros s que el maestro, aunque no
tuviera más
que
los rudimentos de la ciencia y la ignorase en su conjunto, era el encargado de
ponerla al alcance de aquellos a quienes enseñaba a leer y escribir. Al
hacerlo, el maestro "abre las puertas
cerradas
al hombre naciente y le muestra el camino", poniéndolo en relación
"con todo el mundo, con todos los siglos, con todas las naciones, con todo
el caudal de conocimientos que ha ateso-
rado
la humanidad". la misión del maestro de primeras letras como una función
sacerdotal. "El sacerdote —decía— al derramar el agua del bautismo sobre
la cabeza del párvulo, lo hace miembro de una congregación que se perpetúa al
través de las generaciones, y lo liga a Dios, origen de todas las cosas y creador
de la raza humana. El maestro de escuela, al poner en las manos del niño el
silabario, lo constituye miembro integrante de los pueblos civilizados del
mundo, y lo liga a la tradición escrita de la humanidad, que forma el caudal de
conocimientos con que ha llegado, aumentándolos de generación en generación, a
separarse
irrevocablemente
de la masa de la creación bruta". la escuela la organización definitiva
encontrada por las sociedades modernas para los intereses morales, materiales,
industriales y políticos, pues de ella "parten y a ella vuelven todos los
resortes". Organización de los intereses morales, porque la educación
impartida atempera las costumbres de la masa por la influencia que ejerce en la
formación de buenos hábitos, ya que el hombre es "un ser moral que menos
obra por la reflexión y el sentimiento de justicia, que por los hábitos
contraídos
Cuestiones
didácticas. Los métodos de enseñanza fueron una preocupación permanente de
Sarmiento. Aunque se ocupó de todas las materias, destacándose por su defensa
de la educación
científica
y moderna, siempre consideró fundamental desde el punto de vista didáctico y
social la enseñanza de la lectura. Tal preocupación lo llevó a combatir los
sistemas tradicionales de enseñanza y a componer libros para las escuelas, en
los que reemplazó el método del deletreo —usado en América desde la época
colonial— por el método silábico. la enseñanza de la lectura de un idioma
corriente consiste, primero, en
conocer los caracteres que representan los sonidos; segundo, conocer las
diversas modificaciones o combinaciones que un idioma tiene en la organización
de sus sílabas; tercero, la manera
de reunirse éstas para constituir las palabras". El método de enseñanza
que pretendiera olvidar esto "no sólo llenaría de dificultades y embarazo
a los niños, sino que también haría de la lectura un estudio empírico,
interminable e incompleto
El
libro es instrumento, cortante por así decirlo: es hacha, es escoplo según su
objeto.La educación del pueblo. Constituyó el punto de partida de la difusión
de la escuela popular. Es que para oponerse al caudillismo, causante de nuestro
atraso social y político, sólo veía una solución: difundir la escuela, haciendo
de ella un centro de civilización y del maestro un soldado que combatiese la incultura
y la barbarie. Quería organizar una república democrática, con un pueblo
capacitado para el cumplimiento de sus funciones sociales y políticas por medio
de la educación; la verdad, pues para él
las escuelas constituían la base de todo gobierno republicano. De ahí que su
gestión presidencial tendiera a hacer de toda la República una escuela.
"¡Sí! una escuela donde todos aprendan, donde todos se ilustren, y
constituyan así un núcleo sólido que pueda sostener la verdadera democracia que
hace la felicidad de las repúblicas". Era impostergable crear en el pueblo
el fervor por la educación pública, a fin de que la escuela, dejando de ser un
ente aislado que vivía en medio de la indiferencia- social, se convirtiera en
la escuela común de todos, contando con la participación activa del pueblo en
su manejo. A ello tendió con las partidas del
Presupuesto
que destinó a subvencionar publicaciones periódicas, publicar libros útiles y
difundir la traducción de obras que describieran la organización escolar de los
países más adelantados.
Difundir
la escuela, para que nadie quedara excluido de sus beneficios, se ocupó de
mejorarla, resolviendo la formación del magisterio con la creación de las
escuelas normales, aseguran-
do
su existencia con la formación de un fondo escolar, ampliando su acción con la
promoción de bibliotecas. Dos medios eran posibles para constituir una renta
especial
destinada
al sostenimiento de las. escuelas. Consistía uno en utilizar el producto de la
venta de las tierras nacionales, ya que como decía el ministro de Instrucción
Pública, "la tierra, que es el
asiento
de las generaciones que sobre ella se producen, no pertenece a una sola; y la
que recoge su valor tiene el deber de invertirlo en obras, que promoviendo el
adelanto intelectual de la sociedad, preparan y fecundan el porvenir".
Otro medio era crear un fondo público, cuya renta habría de distribuirse entre
las provincias para el sostenimiento de sus escuelas. Por iniciativa del Poder
Ejecutivo se adoptó esta segunda solución, la ley de subvenciones que tendió a
dar un carácter permanente y sistemático al auxilio que la Nación prestaba a las
provincias para el sostenimiento de su educación pública La promoción de
bibliotecas, como complemento de la acción de la escuela, fue otra de las
grandes realizaciones decía Avellaneda que los niños aprendan a leer,
sino
que debe además inspirárseles el gusto por la lectura, poniendo bajo sus manos
libros atrayentes y útiles". A satisfacer esta necesidad tendió la ley de
1870 que creó las bibliotecas públicas, con el propósito de "difundir los
conocimientos entre todas las clases sociales y levantar con la lectura el
nivel intelectual de la Nación ".
Sarmiento, creador de nuestra escuela popular, dejó definidos sus caracteres,
que más tarde serían legalizados en la
Ley 1420: obligatoriedad escolar, gratuidad de la enseñanza,
graduación de la instrucción, autonomía del gobierno escolar.
Fundación
de la Escuela Normal.
El problema de la formación del magisterio, como casi todos nuestros problemas
educacionales, fue planteado y resuelto durante la presidencia de Sarmiento. La
pasión que lo animaba por difundir la educación entre la masa del pueblo,
chocaba con la falta de maestros capaces de cumplir satisfactoriamente las
funciones técnicas y culturales pro-pias del magisterio y con la carencia de
institutos que pudieran formarlos. requerían urgente solución,
. Hay
un arte de enseñar que facilita y asegura el éxito de la tarea: sistemas de
organización y disciplina para el manejo de grandes masas, método de enseñanza
para la transmisión de las ideas, conocimiento del espíritu humano y de las
propensiones y pasiones que se desenvuelven primero en el niño el maestro no
podía ser improvisado; requería una formación especial. De ahí la necesidad de
formarlo en una institución especial, que le permitiera cumplir su misión y
adquirir conciencia de su influjo sobre las nuevas generaciones. a fines de
1869 el Congreso de la Nación
sancionó la ley que autorizaba la creación de dos escuelas normales. fundó la Escuela Normal de
Paraná, con el fin de formar maestros competentes, capaces de cumplir
satisfactoriamente su elevada misión. A tal fin, el nuevo establecimiento fue
organizado en dos cursos: el curso normal, destinado a dar "'no solamente
un sistema de conocimientos apropiados a las necesidades de la educación común
en la República
sino también el arte de enseñar y las aptitudes necesarias para
ejercerlo"; y el curso de aplicación, que además de brindar instrucción
elemental a niños de ambos sexos, sería utilizado por los alumnos-maestros para
realizar la práctica de la enseñanza. . El plan de estudios, la organización de
la enseñanza en -cursos divididos en "términos", los programas, los
métodos y procedimientos de enseñanza, la disciplina, los textos utilizados,
los muebles y los útiles, fueron los generalizados en los establecimientos
similares de Estados Unidos. Por ello, la formación pedagógica de los futuros
maestros se limitó al estudio de la "teoría de la enseñanza" y a la
ejercitación en la observación y práctica de la enseñanza pues, de acuerdo con
las tendencias dominantes, se trataba de darles una instrucción profesional
esencialmente empírica, técnica.
.
Se predicó y realizó la eliminación de los castigos corporales, bárbaros y
humillantes, y se los reemplazó por una disciplina fundada en la
autodeterminación de conducirse bien y frenar
los
malos impulsos, no por presión externa y miedo al castigo, sino por un trabajo de elaboración íntima, obtenido
con el ejemplo vivo del maestro, su elevada prédica oral y su labor de
persuasión, sin desechar la vigilancia, la prevención y la sanción moral. Se
enseñó a dominar la clase mediante el recurso de despertar su interés y por la
actividad fructífera a que debe entre-
garse
el educando, eliminándose el temor del alumno hacia el maestro, que produce un
sometimiento frío e indiferente. Se mostró y practicó el interrogatorio hábil,
espontáneo, sin moldes prefijados, para sustituir al rutinario sistema de las
preguntas y respuestas preestablecidas. Se instruyó a los maestros para que
respetaran las leyes de la naturaleza y la personalidad del niño, la manera
pestalozziana, y para que Consideraran la enseñanza como una ciencia, sin
olvidar que también es arte. Se enseñó no sólo a instruir, sino, además, a
educar integralmente, a formar la mente creadora y razonadora, el carácter
firme y el cuerpo sano"., la Escuela Normal de Paraná, cuna del magisterio
argentino, fue el centro renovador de la educación nacional y
formó
a los maestros que hicieron posible el cumplimiento del programa civilizador de
Sarmiento.
3.
INFLUENCIAS EXTRANJERAS EN LA
EDUCACION
.
La educación argentina ha sido el resultado de tres influencias espirituales:la
herencia española, la conciencia nacional y la influencia extranjera. La
herencia española nos ha dado las bases tradicionales de nuestra educación y
nos ha llevado a concentrar en manos del Estado, especialmente en los poderes
centrales, gran parte de la acción educacional. La conciencia nacional ha
inspirado la solución de nuestros problemas educacionales ateniendo a las
características de nuestro medio. La influencia extranjera —que nos ha llegado
a través de los libros o nos ha sido traída por gobernantes y educadores— nos
ha brindado soluciones pedagógicas que hemos adoptado no con un simple criterio
de transplante, sino con el propósito de que nos ayudaran a elaborar lo propio,
aprovechando los resultados que habían logrado en sus países La influencia más
decisiva y permanente ha sido, indiscutiblemente, la de la pedagogía francesa.
De Francia recibimos el concepto de la formación del ciudadano, el principio de
la limitación del Estado en el terreno de las ideas, la tendencia a uniformar
la instrucción pública, la sugestión del valor de la escuela primaria como
elemento formador y transformador de la cultura
popular,
el principio de la democratización de la enseñanza y los principios rectores de
nuestra política educacional. Nuestros
educadores, al adoptar las soluciones preconizadas
por estas pedagogías extranjeras, no
respondieron al deseo de colocar nuestra
educación en situación de dependencia frente a la de otros países. Su afán
constante de dar a nuestras instituciones educativas la mejor estructura
posible, fue lo que los impulsé a buscar lo mejor en la educación de otros países.
permanencias en las provincias,
constantemente sugirió, ante las
necesidades
educativas que contemplaba, las soluciones que creyó más adecuadas. Para
Torres, la profesión de maestro requería una formación especial, que, diera al
futuro educador el conocimiento de la naturaleza humana el futuro maestro debía
conocer, en primer término, las peculiaridades físicas, intelectuales y morales
del niño; y, en segundo término, los principios
y
doctrinas pedagógicas y los métodos y procedimientos del arte de la educación.
Pero esta preparación no podía darla exclusivamente la escuela normal; era
menester que el educador la completase diariamente: el maestro "no sólo
debe enseñar, sino también aprender", pues, cuando deja de aprender
desciende a una posición inferior a la de sus alumnos, ya que "estar
aprendiendo es la más elevada tarea espiritual de nuestra naturaleza". La
formación requerida para el magisterio era la única, según Torres, que
permitiría que el maestro siguiera el verdadero método de enseñanza: el de la
naturaleza, que exige que el educador guíe al discípulo, para que aprenda
ordenadamente partiendo de las lecciones sobre objetos concretos y no de
lecciones sobre abstracciones, reglas y definiciones. Los hechos, únicamente
los hechos, son capaces de suministrar ideas al niño. Por eso afirmó que en
educación "el ejemplo y la práctica son más eficaces que el precepto y la
teoría".José María Torres, orientador de nuestros primeros maestros,
influyó
directamente en la formación de esa pléyade de educadores que luego difundieron
por el país los principios de la pedagogía democrática nacional. Amadeo Jacques
y la enseñanza secundaria. Un papel de singular importancia en la orientación
de nuestra enseñanza secundaria desempeñó el ilustre profesor francés Amadeo
Jacques con su acción personal, renovó los métodos de enseñanza y la atmósfera
espiritual del establecimiento 1865 presentó a la Comisión encargada de
elaborar un plan de instrucción pública general y universitaria, enfocó Jacques
los problemas de la educación pública de la época y, teniendo en cuenta la
realidad del país y las ideas educacionales francesas en que se había formado,
propuso las reformas que consideraba necesarias y las soluciones que le
parecían más adecuadas. La insuficiencia de la educación primaria de la época
lo llevó a estudiar la posibilidad de suplirla en parte con el
establecícimiento de clases elementales en los colegios secundarios, cuya
misión sería la de familiarizar al niño con los objetos de sus estudios
posteriores. La organización de estas clases debía responder a dos cualidades
que, para él, eran imprescindibles en la señanza elemental y que,
lamentablemente, muy pocas veces aparecían unidas: " la enseñanza
secundaria su misión era la de ser prepara-
toria,
no para tal o cual carrera o profesión sino para todos los trabajos de la vida.
hombres especiales, pero sí hombres listos y aptos para todo, que sepan a los
dieciocho años de edad elegir con conocimiento de causa la carrera a la cual se
sientan más inclinados; y que cualquiera sea la vía en que los empujen las
circunstancias o los lleve su vocación, se portarán en ella como hombres
capaces y distinguidos. .
Reconociendo,
los justos deseos de los padres de imprimir una dirección especial a la
educación de sus hijos y la necesidad de especialización que tienen ciertas
profesiones, planeó la organización de una serie de carreras prácticas y el
establecimiento de escuelas primarias superiores de tipo profesional. Finalmente,
se ocupó de los exámenes que sirven para ha-
cer
constar pública y auténticamente los resultados positivos de
los
estudios de los libros de texto y del profesorado. Sus sugerencias en estas
cuestiones tendieron a desterrar de la instrucción pública el favoritismo, la
arbitrariedad y el fraude. "La
Memoria es un documento argentino. Pertenece a nuestros
mejores antecedentes nacionales. Por acción de Amadeo Jacques la enseñanza
secundaria argentina adquirió personalidad propia, recogiendo lo mejor del
pensamiento pedagógico francés y la herencia liberal y democrática que nos
legaron los hombres de Mayo.
4.
AVELLANEDA Y ESTRADA
Ideas
y acción educacional de Avellaneda.
(1836-1885) ideas definidas en
materia de educación, que se exteriorizaron en sus iniciativas de gobernante,
sus memorias ministeriales, su gestión presidencial y sus escritos y discursos.
era necesario difundir la cultura popular, apoyó entusiastamente todo esfuerzo
que tendiera a difundir la educación, pues vio en ella el único medio capaz
para lograr la transformación del hombre y del país. La educación fue, para él,
un asunto vital, puesto que "el trabajo para rendir sus frutos debe ser
inteligente; y lo es más para un pueblo libre porque los gobiernos de opinión
pública o afectan un nombre engañoso o son una fuente de desastres, cuando la
opinión no es consciente, ilustrada y recta
La acción de la escuela debía, para
Avellaneda, ser completada por la biblioteca, pues consideraba que era preciso
fomentar el hábito de la lectura hasta convertirlo en un rasgo distintivo de
las costumbres nacionales, para levantar el nivel intelectual de país,
"Enseñemos a leer y leamos. El alfabeto que deletrea el niño es el vínculo
viviente en la tradición del espíritu humano; puesto que le da la clave del
libro que lo asocia a la vida universal. Leamos para ser mejores, cultivando
los nobles sentimientos, ilustrando la ignorancia y corrigiendo nuestros
errores antes de qué vayan con perjuicio nuestro y de los otros a convertirse
en nuevos actosLa Ley Universitaria
de 1885, sancionada por su iniciativa,
tendió
a dar a las universidades de Buenos Aires y Córdoba un conjunto de normas
legales que organizasen su funcionamiento administrativo y regulasen sus
relaciones con los poderes públi-
cos.
Es que el pensamiento fundamental de Avellaneda respecto de las universidades
fue el de limitarse a crear legalmente el organismo universitario, dejando todo
lo demás librado a la acción
de
su propio desarrollo. El cumplimiento de este deber es posible por medio de la
educación, que tiene como misión "preparar al hombre para sus funciones
por el desarrollo de sus fuerzas, cultivando su inteligencia, en cuanto
facultad de conocer en general, y especialmente en cuanto facultad directriz de
la vida: armonizando con ella su sensibilidad en cuanto es foco de las pasiones
y fuente del arte, y con su energía, que es resultado de las influencias de su
criterio
moral
sobre la libertad". la educación es para todo hombre un deber moral, que
tiene su punto de apoyo y su meta en la finalidad trascendente de la vida
humana. Es también un deber social, pues
la
sociedad, que vigoriza el camino del hombre hacia su destino, requiere que cada
individuo le devuelva los beneficios recibidos incorporándose "a las
tareas de todos en provecho de cada uno".
Finalmente,
la educación es un deber cívico, porque vigorizando en el ciudadáno el
sentimiento de su libertad, es el resorte que permite y asegura la conservación
y desarrollo de la democracia.
al
mismo tiempo que destacaba el aspecto personal, reconocía Estrada la poderosa y
constante acción educadora que la sociedad ejerce, tanto por las ideas que
infunde como por lalabor que suscita. La sociedad "educa con su halago, y
más aún, con sus torturas". Por eso en la educación no es posible
prescindir de la sociedad, pues ella es condición necesaria de la vidahumana,
que no puede desarrollarse en forma completa sino en su seno. La creencia vulgar que veia en la educación
popular un medio para transmitir conocimientos rudimentarios, enseñando al niño
a leer y escribir, fue combatida por Estrada. Esa creencia repugnaba a su
conciencia profundamente democrática, ya que, a su juicio, no hacía más que
convertirla en "un disimulo de la ignorancia, un disfraz de la
barbarie". Para él, la educación popular tenía una misión mucho más
elevada: formar el carácter del pueblo, misión que considerada individualmente,
se concretaba en la formación del carácter de los niñosDesenvolviendo y
equilibrando todas las facultades del hombre. Por ello, más que limitarse a
enseñar a leer y escribir, correspondía a la educación popular "desenvolver
las ciencias para que iluminen toda la mente, fomentar la religión para que
moralice todos los corazones, cultivar el arte para que levante todos los
espíritus". Siendo tan grande la importancia de la educación popular,
lógico fue que Estrada defendiera su obligatoriedad, tanto desde el punto de
vista filosófico como político. Para él, cuando la sociedad obliga al padre a
educar a su hijo no viola el fuero doméstico ni se hace intérprete de los
deberes morales de los hombres; se limita a desempeñar una función propia:
proteger el derecho natural de los niños a ser educados. Desde el punto de
vista político consideró también legítima la acción social, porque, al
compulsar a los que atentan contra su estabilidad fomentando la ignorancia, la
sociedad se defiende y, al hacerlo, salvaguarda la libertad. Para ser realmente
eficaz la acción educacional debía tener, según Estrada, un resorte: el deber.
Por eso, se mostró enemigo de los premios, a los que reconoció Un a única
eficacia: "introducir en la sublime igualdad de la niñez el germen de la
envidia y del orgullo, y templar temprano en las almas inocentes aquella
idolatría que ha corrompido tantos corazones en la edad viril:la idolatría de
la gloria
.
CAPITULO 7
1.
EL POSITIVISMO PEDAGOGICO EN LA
ARGENTINA
Pedro
Scalabrini y nuestro positivismo pedagógico. se trasladó a nuestro país en 1868.
Después de permanecer tres años en Buenos Aires se trasladó a Paraná, donde
fundó el Colegio Sud América y desarrolló intensa actividad científica en el
estudio paleontológico del suelo de Entre Ríos. Designado profesor de ciencias
naturales y de filosofía en la Escuela Normal de Paraná introdujo la doctrina
positivista de Auguste Comte que armonizó, en sus explicaciones, con las
teorías de Herbert Spencer y Charles Darwin y sus propias observaciones.
Inició, así, una nueva orientación pedagógica, cuyos conceptos centrales expuso
con las siguientes palabras: "En cuanto a la enseñanza me he convencido,
teórica y prácticamente, que la organización sistemática de la educación
afectiva, estética, científica e industrial, descansa sobre cuatro cuestiones
antropológicas: evolución de la especie, situación histórica del pueblo cuya
educación se pretenda dirigir, conocimiento concreto y completo de la
naturaleza del hombre, sistematización del saber real que se debe comunicar en
una serie de años, en los diferentes grados de la enseñanza, a la juventud
estudiosala pedagogía difundida por Scalabrini encontró sus fundamentos en el
conocimiento de las leyes del positivismo, la jerarquía de las ciencias de.
Comte, las teorías evolucionistas de Spencer y los conceptos difundidos por el
darwinismo y la escuela antropológica de él derivada. Todo esto servía para
estudiar al niño. En cuanto al educador, sostenía Scalabrini que su deber se
limitaba a dirigir y encaminar al niño, dejándolo en libertad de andar. el maestro no debe imponer, sino exponer. Sostenedor de
que la educación debía tener un carácter nacional, consideró que uno de
nuestros grandes errores pedagógicos había sido introducir en la enseñanza,
como material ilustrativo, cuadros, herbarios, caja de minerales su creación
del "museo escolar" tendiera a nacionalizar, desde la escuela
primaria, en forma práctica, la enseñanza de la historia natural, suministrando
a las escuelas el material utilizable para la enseñanza objetiva. Las clases de
Scalabrini fueron, como recordara su ex alumno Carlos N. Vergara, una cátedra
de libertad moral, un predicar con el ejemplo. "El se concretaba a dar la
más amplia libertad a la clase para que tratara las partes más importantes de
la materia que se estudiaba; allí surgían mil iniciativas saludables, en medio
de una discusión entusiasta, presidida por el profesor, pero sin imposición
alguna por parte de éste, que se concretaba a guardar el orden y a propagar
sentimientos de respeto, a la vez que dar algunas direcciones fundamentales o a
recomendar uno que otro autor de los más eminentes de la época". "La
clase era una reunión de jóvenes libres,
donde cada uno exponía y sostenía sus ideas, sin trabas de ninguna
especie".
El
positivismo pedagógico introducido por Scalabrini orientó la formación del
magisterio argentino dándole, con sus principios doctrinarios, fe en su misión
e inspirándole fuerzas para afrontarla. "Los normalistas al esparcirse en
desempeño de su magisterio por toda la República , llevaron con una dedicación ejemplar,
rayana a veces en el sacrificio, conceptos del orden, de la disciplina y del
método, sin sospechar cuán escaso era el caudal de su aparente saber
enciclopédico. Esta suficiencia hizo surgir lo que en cierto momento llegó a
constituir el vicio más destacado de la profesión docente, vicio que se
calificara como "la clásica actitud pretenciosa del maestro en el campo
del saber" y que Giovanni Gentile definiera como "pedagogismo".
que. al decir del filósofo italiano, "ha hecho que los maestros se
pusieran a enseñar aquello que no se aprende ni se aprenderá nunca, porque no
existe: una literatura sin vida.. . reglas sin vigor.. . una historia
encasillada, donde juegan marionetas bautizadas con grandes nombres.. . una
ciencia
sustraída a la indagación viva... ; y palabras, palabras, palabras en vez de la
realidad, de la vida y del alma". el normalismo ha contribuido a formar y
difundir un clima cultural y democrático, con la organización de nuestra
escuela popular, que hizo posible la realización de los ideales civilizadores
de Sarmiento. El movimiento herbartiano. En nuestro país, la influencia de
Herbart y su escuela no fue tan sensible como en otros países sudamericanos
(por ejemplo, Chile, donde reinó todopoderoso desde 1885). Esto se explica por la
influencia dominadora que entre nosotros ha tenido el sistema pestalozziano y
por el hecho de que, entre nuestros educadores, no hubo ninguno que se empeñara
por difundir la pedagogía herbartiana. Solamente algunos profesores de escuelas
normales divulgaron algunas de las doctrinas herbartianas, especialmente en lo
referente a su aspecto metodológico. El positivismo en la enseñanza secundaria
y universitaria. Mientras el positivismo comtiano se difundía en el magisterio
por la acción desarrollada por los hombres de Paraná, el evolucionismo
spenceriano era acogido en la
Universidad por los "hombres del 80" que, más
interesados en sus aplicaciones que en sus prin-cipios abstractos
"aceptaron como un dogma la subordinación de las ciencias psíquicas a las
naturales, profesaron las tendencias individualistas del liberalismo inglés,
proclamaron las excelencias del método experimental, alguna vez lo emplearon y
en toda ocasión se distinguieron por un criterio recto y honesto". esa
generación creó la Facultad
de Filosofía y Letras (1896), destinada a oponer el cultivo de disciplinas
desinteresadas al profesionalismo que dominaba en los estudios superiores. Sus
cátedras de antropología, biología, psicología y sociología —que reconocían a
Spencer como autoridad suprema— mantuvieron durante años su neta orientación
positivista;
en cambio, la cátedra de ética y metafísica permitió que fueran penetrando
nuevas corrientes de pensamiento que, poco a poco, hicieron perder al
positivismo la hegemonía que en
un
principio ejerciera. La máxima creación del positivismo en la enseñanza
superior fue la fundación de la
Universidad de La
Plata (1905). sobre, la base de la inves-
tigación
científica, tendió a reemplazar la tradicional clase informativa por la clase
práctica en la que profesores y alumnos utilizaran métodos experimentales. En
1914, la Sección
Pedagógica , junto con las secciones de filosofía, historia y
letras —también dependientes de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales— sirvió de base
para organizar la Facultad
de Ciencias de la Educación , la enseñanza secundaria y la superior se
sometieron y adaptaron a las incitaciones del ambiente. "Fomenta el ideal
exclusivamente económico de las nuevas generaciones, en lugar de corregirlo, encauzarlo
o atenuarlo. La instrucción se limita a conocimientos objetivos de aplicación
práctica. Todo lo inútil se elimina de los planes de enseñanza,
2.
ORGANIZACION DE LA
ESCUELA PRIMARIA
Creación
del Consejo Nacional de Educación. La capitalización de la ciudad de Buenos
Aires determinó que las escuelas primarias —que hasta ese momento habían
dependido de la provincia y, por tanto, se regían por la ley provincial de 1875
pasaran a la jurisdicción de la
Nación. en reemplazo de los consejos escolares de distrito
que establecía la ley provincial, se creó un Consejo Nacional de Educación, al
que se confió "la dirección facultativa y administración general del
distrito escolar de la Capital ".estaba
formado por un superintendente general, que lo presidía, y ocho vocales, con
funciones de inspectores de educación, todos nombrados por el Poder Ejecutivo.
Por expresa disposición del decreto de creación, el Consejo tenía la misión
inmediata de redactar un proyecto de ley de educación, además de un informe
especial y detallado sobre el
estado
de la educación en el territorio federal. Este informe debía comprender la
estadística de la enseñanza primaria, métodos y planes de estudios vigentes,
así como la indicación de las refor-
mas
que fuera necesario introducir. el Poder Ejecutivo convocó a un "congreso
de profesores y personas competentes para tratar en conferencias y discusiones
pedagógicas, cuestiones relativas a la enseñanza y a la educación popular, con
el objeto de impulsarla y mejorarla". Sus sesiones se iniciaron el 10 de
abril de 1882, bajo la presidencia del doctor Onésimo Leguizamón, y asistieron
gobernantes, legisladores, autoridades educacionales nacionales, provinciales y
municipales, directores de las escuelas públicas de la Capital Federal y
de las escuelas normales nacionales, representantes de naciones extranjeras e
invitados especiales. Después de debatir cada punto, el Congreso formuló
conclusiones acerca de ellos, las cuales se referían a la obligatoriedad,
gratitud y gradualidad de la enseñanza, rentas escolares, formación del magisterio,
gobierno de las escuelas, educación de la mujer, higiene infantil, atención de
deficientes, construcción de locales esco-lares, eliminación de castigos corporales,
programas escolares, métodos de enseñanza, etc. Las conclusiones que formuló
acerca de cada uno de estos problemas, en su mayoría fueron tenidas en cuenta
cuando se sancionó la ley de educación común. La ley n° 1420. El origen
inmediato de la ley de educación común Cuatro principios fundamentales
—enseñanza obligatoria, gratuita, gradual y neutral— han servido de base para
la organización de la escuela primaria argentina. La obligatoriedad de la educación primaria, es impuesta a
los padres, tutores o encargados de los niños comprendidos en la edad escolar,
pero no implica la concurrencia de éstos a la escuela, pues puede cumplirse en
establecimientos educacionales, públicos o privados, o en el hogar de los
niños. La gratuidad,
consecuencia directa del establecimiento de su obligatoriedad, tiende a
asegurar la difusión de la educación primaria, poniéndola al alcance de todos. La grádualidad impone una
educación progresiva, desde el punto de vista de las dificultades que pueden
presentar los distintos contenidos educativos. La neutralidad en materia religiosa, que establece la ley
1420, fue una solución intermedia entre las dos tendencias que se enfrentaron
al discutirse la ley: una que aspiraba desterrar de la escuela toda enseñanza
confesional y otra que quería incorporar a la educación la enseñanza de la
religión católica. no estableció, en rigor, la escuela laica y resolvió el
problema colocando al Estado en posición neutral frente a las distintas
creencias, a fin de impedir que la escuela se convirtiese en un lugar de
proselitismo religioso. La ley 1420
constituye una completa y orgánica legislación de la educación primaria, cuyos
destinos ha regido con indiscutible eficacia durante más de ochenta y cinco
años.
3.
EDUCADORES Y PEDAGOGOS
Los
gobiernos conservadores. El período presidencial de Julio A. Roca —1880 a 1886—
constituye una época de extraordinario progreso material, evidenciado en la
cantidad de obras públicas que se llevan a cabo, el aumento de las vías de
comunicación y la incorporación al país de abundantes aportes inmigratorios. Es
entonces cuando Buenos Aires deja de ser "la gran aldea".
Paralelamente a este desarrollo material, se produce una importante actividad
legislativa, orientada a modernizar nuestros principios jurídicos, que se
concreta en la organización de los
tribunales
y del régimen municipal y en el establecimiento del registro civil. el punto de
vista de la educación, el gobierno de Roca constituye un período decisivo
durante el cual se afianzan nues-
tras
instituciones educacionales, debido a que se establecen los instrumentos
legales que le dan sólida base y aseguran su progreso y estabilidad. El
gobierno de Miguel Juárez Celman, iniciado el 12 de octubre de 1886, afianza en
el campo político el unicato —que había nacido con Roca—, es decir, un sistema
político que basado en una concepción absolutista del poder ejecutivo dejaba en
manos del presidente de la república todos los resortes de la vida institucional.
Surge así un régimen centralizado, dominado por preocupaciones materialistas,
que va a difundir el afán de riquezas fáciles y desatar en todo el país la fiebre
de los negocios y de las especulaciones. se desarrolló en una época de
inestabilidad, provocada por la difícil situación económica del país y la
inquietud política. A dicha inestabilidad no escapó el gobierno de la
educación, pues pasaron por el Ministerio de Instrucción Pública lo único
importante de ese breve gobierno fuera el estableci-
miento
de un nuevo plan de estudios para la enseñanza secundaria. que redujo la
enseñanza del latín y acentuó la tendencia utilitaria y práctica de la
enseñanza. La tendencia hacia la practicidad de la enseñanza se acentúa durante
el gobierno de José Evaristo Uriburu, que por renuncia de Sáenz Peña debe
completar el período presidencial. Esto se evidencia en las creaciones que se
concretan en estos años: la
Escuela Normal de Maestros de Rosario se transforma en
Escuela de Comercio y, como anexa a la Escuela Normal N° 2
de la Capital Federal ,
se crea la primera Escuela de Comercio para mujeres. la necesidad de dictar un
plan de enseñanza general y universitaria que respondiera a las exigencias más
altas del interés nacional. Dividía la enseñanza en dos ciclos: el primario, de
seis años, y el secundario. Este comprendía un ciclo general de cuatro años de
estudios, que no era más que una ampliación y perfeccionamiento del ciclo
primario; y un ciclo especial de tres años de duración, preparatorio para la
universidad que, por
ello,
debía orientarse hacia fines particulares, vocacionales, obligando a una
polifurcación del ciclo secundario. Un segundo proyecto, que tampoco tuvo
sanción, tendió a sustituir los colegios nacionales de provincia por institutos
de enseñanza práctica, de artes y oficios, minería, agricultura, industria,
comercio, La acción de los gobiernos siguientes se concreta en el orden educacional
en la creación de nuevos establecimientos y en la preparación de proyectos de
re-
formas
de la enseñanza secundaria. De ellos es preciso destacar el denominado
"Plan Garro", que estableció una nueva organización de la enseñanza
en los colegios nacionales.
la
enseñanza secundaria "debe ser integral y bastarse para sus fines,
encaminados a suministrar a la mayoría de los habitantes de la Nación los conocimientos
necesarios para actuar eficazmente en la vida individual y colectiva, con
prescindencia de toda orientación hacia profesiones o carreras determinadasno
debía dársele el carácter de preparatoria para la enseñanza superior o
universitaria. El gobierno radical. El 12 de octubre de 1916 Hipólito Yrigoyen.
Con la llegada
al
poder del caudillo radical se esperaba la realización de una verdadera
revolución, pues la primera consigna establecida era el cumplimiento de la
"reparación nacionalla eliminación de las corruptelas y vicios del régimen
conservador, la restauración de las instituciones políticas por medio del sufragio
libre y un amplio programa de renovación de personas y de costumbres. "El
estado primitivo del individuo es el de la más completa ignorancia; adquiere
las ideas sucesivamente, debido a la observación propia de las cosas, o al
estudio de los conocimientos obtenidos por otros, en lugares y tiempos
diferentes. El vigor intelectual, si bien se opera naturalmente en cierto
grado, exige para desarrollarse la acción de largos y bien dirigidos esfuerzos.
Y el sentimiento moral, capaz de resistir a veces a las más enérgicas
influencias, es por lo general accesible a móviles de todas clases, siempre
irreflexivo y siempre peligroso, sobre todo si ha venido formándose, como suele
suceder con harta frecuencia, independientemente de toda acción educadora. Es
conveniente, por escí, que el carácter moral de la persona se forme y vigorice,
que las facultades adquieran la máxima energía de que son susceptibles, y que
se apropien los conocimientos, antes de la época en que el individuo se
emancipa de la dirección y cuidados de la familia.
CAPITULO
8
1.
NUEVAS ORIENTACIONES EDUCACIONALES
La
evolución de nuestra escuela primaria, operada en las últimas décadas, ha sido
consecuencia de la difusión de las nuevas doctrinas educacionales que,
reaccionando contra las orientaciones dominantes en el siglo pasado, presentaron
nuevas bases y nuevas soluciones para los problemas de la educación. Estas
nuevas orientaciones comenzaron a difundirse en nuestro país en un momento en
que, a causa principalmente de la desaparición de algunas de sus grandes
figuras, la pedagogía positivista y cientificista se hallaba en crisis. el afán
de renovación de la escuela primaria, que era sentido por la mayoría del
magisterio, cristalizó en un grupo de educadores que, en un plano
exclusivamente escolar, abordó las nuevas ideas sobre educación, realizó
experiencias
serias
y bien controladas, las difundió por medio de publicaciones, conferencias y
ensayos y logró que, en cierta medida, se incorporaran a nuestra escuela
primaria. De esta corriente, que tuvo su órgano de expresión en Nueva Era —de
la revista La Obra —
adherida a la "Liga Internacional
de
la Nueva Educación ",
que dirigía el profesor José Rezzano, contando con la colaboración de maestros
y profesores jóvenes, surgieron críticas agudas contra la enseñanza que se
impartía en las aulas, el sedentarismo físico e intelectual del niño, el verbalismo
imperante y los programas vigentes. Programas de asuntos (1936) del Consejo
Nacional de Educación que, a pesar de sus deficiencias y excesos, constituyeron
el aporte más positivo y apreciable que se produjo en favor de la renovación de
nuestra escuela primaria. En ellos, se concebía que la educación del niño debía
perseguirse "en todos sus aspectos y formas, mediante el empleo constante
e intenso de las actividades infantiles", las cuales, según el carácter
predominante en cada una, clasificaba en so-
ciales,
higiénicas, estéticas y manuales. De ahí que, preconizando como medios educativos
las propias actividades de los educandos, tendieran a "crear en el aula y
en la escuela un ambiente
vivificante
de trabajo". Mas, por sobre todas las experiencias y los innumerables
ensayos de "nueva educación" realizados en todo el país —especialmente
en los departamentos de aplicación de las escuelas normales—, es preciso poner
de relieve la admirable obra realizada en la Escuela Normal N°
5, de la Capital
Federal , que con toda justicia fuera calificada por Adolfo
Ferrière como "obra maestra de paciencia, reflexión y ciencia". En
efecto, convencida de la necesidad de "no perderse es discusiones sobre la
mayor o menor originalidad de un sistema que dice ser nuevo" y de lo
conveniente que resultaría efectuar un trabajo de selección en las nuevas
orientaciones didácticas, a fin de "buscar su germen vital y aprovecharlo
en la medida oportuna", se inspiró en las directivas de Ovidio Decroly,
asoció al método del pedagogo belga algunos principios fecundos del método de
proyectos y del sistema Montessori y, sobre todo, se preocupó por adaptarlos a
las características y necesidades de nuestro medio. Su experimento incorporó un
nuevo sistema didáctico, que atendiendo a las exigencias de formación,
autonomía y socialización del educando, como lo reclama la pedagogía
contemporánea, permitió hacer de la escuela "un tramo de la vida sin más
diferencias que las impuestas por la naturaleza del niño". La labor
desarrollada por la doctora Rezzano —se ha dicho, con justicia— "fue de
estudio, de investigación, de orientación; trabajo constructivo y aliento
generoso... Fue el estímulo en el hacer y en el pensar; el equilibrio entre las
fuerzas que exigen y las que satisfacen pródigamente la exigencia: el reclamo
moral y la respuesta magnánima de la acción docenteFormación pedagógica del
magisterio. Desdé sus comienzos nuestras escuelas normales tendieron a formar
pedagógica-
mente
al maestro dotándolo de una ligera técnica profesional. Esto se explica porque
los estudios pedagógicos, iniciados en el primer curso, no podían abordar los
problemas de la educación y de la enseñanza, que requieren una preparación
filosófica y psicológica que no podía ser exigida a niños que acababan de
abandonar la escuela primaria. El primer paso tendiente a dar al magisterio una
mejor formación pedagógica, consistió en la reforma de los programas de
pedagogía y didáctica que, de acuerdo con las nuevas direcciones del
pensamiento pedagógico, se inició en 1933 y continuó en 1936 y 1940. Los nuevos
programas desplazaron los clásicos textos de Mercante y Senet, que fueron
reemplazados por las obras de Clotilde Guillén de Rezzano y Hugo Calzetti.
recibió nuevo impuso la formación del magisterio con la implantación de un
ciclo básico, de tres años, común a futuros bachilleres y maestros, destinado a
uniformar la preparación de los futuros maestros, sin obligarlos a definir
prematuramente su orientación, y un segundo ciclo, de carácter profesional,
constituido por cursos de psicología general y aplicada, pedagogía general,
didáctica general y especial, historia de la educación y legislación escolar y
observación y práctica de la enseñanza.
2.
LOS ESTUDIOS PEDAGOGICOS
La
pedagogía normalista. implicó la iniciación de los estudios pedagógicos en
nuestro país. Pero este establecimiento, creado con el propósito de formar al
magisterio primario, no fue un centro de altos estudios pedagógicos. Su
influencia, empero, determinó que la formación profesional de los maestros se
limitara a un conjunto de nociones que, en vez de despertar la conciencia del
problema educativo, redujeron la pedagogía a una serie de esquemas, de
fórmulas. La escuela primaria fue la preocupación absorbente del normalísimo.
La falta de educadores —apremiante problema que era indispensable resolver en
seguida— obligó a formarlos rápidamente, sobre la base de una instrucción
secundaria inferior a la de los bachilleres y una información pedagógica
profesional. Por eso, la pedagogía del normalismo centró el problema educativo
en la didáctica, que entre nosotros quedó reducida a mera metodología. Se
pretendió concretar el método en fórmulas estáticas que, aprendidas por el
maestro, lo dotaban del medio de lograr, con casi absoluta seguridad, éxito en
la enseñanza. la pedagogía normalista, influida por el positivismo y el
cientificismo, se limitara al estudio de los medios educativos, fundándolos en
una psicología naturalista y experimental que pretendió "medir" todo
lo que pasa en el espíritu, y establecer "leyes psicológicas", que, a
su vez, llevaron a la formulación de "leyes metodológicas", que dieron
al maestro la ilusión de que bastaba su posesión para poder cumplir
satisfactoriamente su tarea educativa. la enseñanza de la pedagogía en las
escuelas normales de nuestro país se caracterizó durante el siglo pasado y gran
parte del presente, por el predominio casi exclusivo del aspecto metodológico,
por tener como base psicológica una psicología fisiológica, por fundamentar sus
principios referentes al arte de enseñar en Pestalozzi, por adoptar la doctrina
spenceriana y por carecer de toda orientación histórica. se reformaron los
planes de estudio de la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación , de La Plata , y del Instituto
Nacional del Profesorado, de Buenos Aires. En segundo lugar, llegaron a las
cátedras universitarias nuevos profesores, como Juan P. Ramos, Juan E. Cassani
y Juan Mantovani, que combatieron los excesos del cientificismo, incorporaron
el punto de vista espiritualista, difundieron las nuevas ideas educacionales,
negaron que la pedagogía se limitara al aspecto técnico, metodológico, con que
fuera incorporada a nuestras escuelas normales y destacaron sus fundamentos
filosóficos y sus funciones formativas e informativas. El Instituto de
Didáctica. 1927 se creó, en la
Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, con el objeto
fundamental de realizar estudios e investigaciones "de problemas
relacionados con la eduación y la enseñanza, especialmente argentinos". Su
plan de trabajos estableció la realización de estudios e investigaciones sobre
historia educacional argentina, organización e historia educacional en países
extranjeros, doctrinas y problemas educacionales contemporáneos, problemas de
psicología relacionados con la didáctica y en especial con la personalidad del
adolescente, métodos de enseñanza relacionados con el ciclo medio y problemas
educacionales argentinos; cursos sobre problemas de pedagogía superior y clases
especiales a cargo de profesores argentinos y extranjeros de reconocida
competencia; publicaciones de trabajos de investigación o de tesis realizados
en el Instituto,
de
libros, reediciones y traducciones, de una revista o boletín y de una colección
de documentos importantes de nuestra historia educacional; y, finalmente,
dirección de trabajos de investigación, auxilio documental y bibliográfico en
trabajos de tesis y organización de una biblioteca exclusivamente pedagógica.
El Instituto de Didáctica ha prestado valioso auxilio para la realización de
diversos trabajos pedagógicos, mediante su valiosa y bien organizada
biblioteca, y con sus publicaciones ha contribuido a la difusión de obras de
indiscutible valor. El profesorado en pedagogía. Las materias pedagógicas dictadas
en las escuelas normales por profesores que carecían de títulos docentes o sólo
poseían el de maestro o profesor normal, hicieron sentir la necesidad de un
profesorado especializado, capacitado para impartir su enseñanza en forma
amplia sin orientaciones tendenciosas que la limitaran al aspecto metodológico,
y que tuviese en cuenta su base filosófica, sin la cual la pedagogía carece de
sentido y de valor.
3.
PEDAGOGOS CONTEMPORANEOS
Nuestra
literatura pedagógica. Característica destacada de la pedagogía argentina es la
acentuada preocupación, evidenciada en todo momento por la enseñanza elemental.
Parecería que, en las distintas épocas, la educación sistemática hubiera tenido
como meta la escuela primaria. Esto es explicable porque el nuestro, como todo
país en formación, necesitó —y aún necesita— una pedagogía estrechamente
vinculada con el sentido práctico. nuestra literatura pedagógica predominen los
estudios sobre problemas didácticos referidos casi siempre al ciclo primario e
investigaciones monográficas, sobre problemas psicológicos relacionados con el
aprendizaje y cuestiones de organización escolar. Juan P. Ramos (1878-1959).
Figura de destacada actuación
en
el gobierno de la enseñanza primaria,
hizo
con su Historia de la instrucción pública en la República Argentina
(1911) el primer trabajo orgánico realizado sobre la materia en nuestro país.
Ante el problema de decidirse entre realizar una obra de detalle
"historiando paso a paso toda la documentación escrita que nos ha quedado
de la escuela del pasado" o hacer una obra de síntesis, eligió el segundo
camino. Por eso, creyendo que en materia de educación vale más el espíritu que
la letra, se esforzó por "arrancar de los hechos su espíritu íntimo, su
razón de ser, concretando las diversas síntesis en ideas generales".
En
Los limites de la educación sintetizó su concepción de la educación. Para él,
cultura y educación son términos que es preciso no confundir. La cultura —dice—
"es un atributo del individuo, pero constituye el legado espiritual que
las generaciones pasadas transmitieron a la generación presente, para que ésta,
a su vez, lo reviva a la manera como el hombre revive su propia vida, que
recibió también de lo pasado". Pero, puesto que la cultura no es un
conocimiento ni es un saber, sino "un elaborar sin meta", no puede
transmitirse de hombre a hombre. critica Ramos la tendencia dominante en el
siglo pasado que, identificando la cultura con el conocimiento, con el saber,
creyó que, desarrollando una intensa acción educativa, era posible
lograr
un progreso cultural, extendiéndola a la clase popular. El error, pues,
consistió en olvidar que "el saber es una cosa y la cultura otra" y
que, si bien es cierto que no puede haber cultura
sin
saber, puede haber saber sin cultura. Cassani. Profundo conocedor de los
problemas de nuestra educación, que ha dirigido desde la Inspección de Escuelas
Normales y la
Dirección General -de Enseñanza, ha pro-movido y realizado la
reforma de los estudios pedagógicos en las escuelas normales y la organización
de los profesorados en Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires y
en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario. la unidad profesor-alumno
presenta, en primer lugar, un sujeto voluntariamente colocado para recibir
estímulos que, aunque los ignore, ya son conocidos por los padres y el Estado;
en segundo lugar, está el educador, encargado de realizar un tipo especial de
estimulación. Estos dos sujetos —profesor y alumno-— se encuentran en el hecho
didáctico en una situación especial, creada para que la labor del estimulador y
del estimulado se cumpla con eficacia. De ahí que uno de sus presupuestos sea
la
convicción de que, por medio de la enseñanza, es posible lograr la adaptación
del educando al ambiente social y nacional, en la medida en que los fines de la
educación lo requieran. El método no ocupa, entonces, el centro de las
preocupaciones docentes, sino que, puesto que el educador debe a justar su
acción estimulante a una serie de recursos calculados para lograr un resultado
formativo e informativo en el espíritu del alumno, se reduce a recurso de
estimulación sistemática.
Ferrière
y la renovación didáctica argentina e Ideas educacionales de Bernardino
Rivadavia.
Juan
Mantovani (1898-1961). A través de su fecunda actuación en la dirección de
nuestra enseñanza media y en la docencia secundaría, normal y universitaria, se
destacó por su afán de in-
culcar
plenamente el convencimiento de que, la resolución de los problemas prácticos
da la enseñanza, requiere ante todo una intuición del problema educativo y la
certeza de que la tarea práctica se liga a una teoría de la educación que, a su
vez, ha nacido de una manera de concebir toda la existencia humana" no
pudiendo ser sólo ser de valores, tiene que ser plenamente huma-
do,
es decir, capaz de una existencia sin limitaciones. Por eso concibió a la
educación como un proceso de recepción y de creación que tiende a combinar las
posibilidades del ser que se educa
con
el aporte del medio historicosocial. "Cuando la educación parte del
individuo (ser psicovital) y concluye en la persona (ser cultural), puede
decirse que ella es un riguroso proceso de forma-
ción
humanaEn Bachillerato y formación juvenil (1940) expuso su tesis sobre la formación
cultural del adolescente y defendió la necesidad pedagógica de una intuición de
la realidad argentina; en La educación y sus tres problemas (1943) caracterizó
a la pedagogía como "doctrina de los fines y los medios educativos
derivados de una doctrina antropológica" y presentó un planteamiento
integral del problema educativo; finalmente, en Ciencia y conciencia de la
educación (1947) reunió ensayos y exposiciones, algunos de los cuales tuvieron
origen en
la
acción directiva o docente que ha desarrollado en la instrucción pública
argentina.
4.
CONCLUSION ( Es textual del libro)
"Evolución
educacional argentina hasta 1943. En la historia de nuestra educación se
destacan dos momentos culminantes: el período revolucionario y el de la Organización Nacional.
El primero —que arranca de los días anteriores a Mayo y se prolonga, con la
época rivadaviana, hasta el período de la anarquía política— afirma
rotundamente la idea de libertad, que en el
plano
educativo se proyecta con la creación de nuevos establecimientos educacionales
y cambios en la orientación de los estudios, textos y métodos de enseñanza.
Ideas originadas o difundidas en Francia inspiraron a los orientadores de
nuestra educación que, a menudo, trataron de imponer sus soluciones pedagógicas
olvidando la realidad nacional. De ahí los fracasos de muchas de
sus
tentativas y la vida efímera de algunas de sus creaciones. La tiranía fue un
paréntesis en nuestra evolución cultural. Aparentó volver a las formas tradicionales
en materia educativa, pero su acción concreta se exteriorizó en el abandono de
toda preocupación por la instrucción pública.
Los
hombres de la
Organización. Nacional , educados en su mayoría en la dura
escuela del destierro, tuvieron como preocupaciones inmediatas restaurar los
ideales de Mayo y crear con-
diciones
que hicieran posible el establecimiento de un régimen democrático. Esto explica
su intensa acción educacional tendiente a sacar al país de la semibarbarie en
que lo encontraron en
1853.
Se inspiraron, indiscutiblemente, en pedagogías extranjeras. Pero no podían
hacer otra cosa. Era urgente resolver nuestro problema educacional y lo más
factible, para asegurar el éxito de la gigantesca tentativa, era recurrir a las
soluciones pedagógicas adoptadas por los pueblos más avanzados en la
organización de sus sistemas educativos. La pasión por difundir la educación
que los caracterizó, fue heredada por el normalismo que permanentemente se
preocupó por mejorar nuestra educación. A pesar de la extraordinaria gravitación
de las pedagogías foráneas en todos los educadores de la segunda mitad del
siglo pasado, siempre en ellos se evidenció la preocupación de dar cierto
carácter nacional a las soluciones pedagógicas extranjeras, amol-
dándolas
a nuestras peculiaridades. El extraordinario progreso educacional registrado
entre 1861
y
1890 continúa con un ritmo más lento hasta 1943. Es en esta época cuando ya se
ha aceptado que para resolver nuestros problemas educacionales no nos es
imprescindible recurrir a solucio-
nes
pedagógicas extranjeras; más aún, que es posible la elaboración de soluciones
argentinas, en el sentido de que, al enfocar nuestros problemas de educación,
tengamos en cuenta nuestra naturaleza y nuestra historia, es decir, la realidad
de nuestra vida nacional. Pero esas soluciones educativas, para constituir una
verdadera pedagogía argentina, deben recoger el patrimonio de la generación de
Mayo' teniendo como base y fundamento de su concepción la libertad, idea
dominante en la vida argentina."
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